Tailandia y Camboya avivan su disputa fronteriza, anclada en heridas coloniales

Los enfrentamientos siguen y escalan entre Tailandia y Camboya. Ambos países han mantenido este martes numerosos intercambios en zonas fronterizas, en medio de una escalada del histórico conflicto territorial que deja hasta ahora una decena de muertos, varios heridos y cerca de medio millón de desplazados.

Mientras la ONU y países como China, Japón o EEUU han llamado a parar los enfrentamientos, los ejércitos de ambos países siguen disparando sobre objetivos militares, al tiempo que se acusan mutuamente de ataques contra poblaciones civiles con el uso de cohetes, balas y drones. Los ataques, que comenzaron el domingo y escalaron el lunes con operaciones aéreas llevadas a cabo por Tailandia, son los más letales desde los combates de finales de julio, que se cobraron la vida de casi medio centenar de personas en cinco días y que terminaron con un alto el fuego mediado por Estados Unidos, Malasia y China. Trump se ha atribuido gran parte del mérito de este pacto, que ahora resulta completamente fallido.

Los diversos ataques han dejado ya al menos siete civiles muertos en Camboya y tres militares fallecidos en Tailandia, según los informes oficiales, que dan cuenta de casi 55 000 evacuados en territorio camboyano y cerca de 440 000 del otro lado de la frontera.

Templos y colonialismo

El conflicto fronterizo entre Tailandia y Camboya parte de una disputa histórica por la frontera establecida hace más de un siglo, cuando el Estado francés ocupaba la entonces Indochina, con la soberanía de varios templos hinduistas como parte de la crisis.

Los principales enfrentamientos se han dado en zonas cercanas a templos que datan del siglo XI. Este martes, por ejemplo, se registraron combates alrededor de los templos de Ta Kwai (también conocido como Ta Krabei) y Ta Muen Thom, ambos cerca de la divisoria entre la provincia tailandesa de Surin y la camboyana de Oddar Meanchey, según el Ejército tailandés.

Aunque con escaso valor estratégico desde el punto de vista militar, el dominio sobre estos centros religiosos se ha convertido en un asunto de fuerte carga patriótica.

La disputa entre los países vecinos se remonta al acuerdo sellado en marzo de 1907 entre el entonces Reino de Siam (actual Tailandia) y el Estado francés (que ocupaba el territorio que ahora es Camboya) para intercambiar el control de algunas regiones y establecer una línea que definiera la frontera entre ambos estados. Sin embargo, según las autoridades tailandesas, la demarcación real de la frontera se desviaba del texto de aquel tratado.

Bandera en su momento de la misión pacificadora global de Trump, el conflicto entre Tailandia y Camboya está lejos de encontrar su fin. Histórico y sostenido más sobre el patriotismo que sobre la estrategia militar, el litigio sigue dependiendo de la voluntad política de los respectivos líderes.