Pablo Laso regresa a la Euroliga sumando una victoria a domicilio en Kaunas con Anadolu Efes
A las órdenes del gasteiztarra, la escuadra otomana superaba el miércoles por 64-87 a Zalgiris Kaunas y se ubica con un balance de 6-10, empatado con Saski Baskonia. Mientras los gasteiztarras esperan romper su mala racha como visitantesm en Barcelona, el Efes recibe en casa a un Dubai de bajón.
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El pasado sábado, día 13 de diciembre, Pablo laso firmaba hasta 2027 al frente del banquillo de Anadolu Efes, en sustitución de Igor Kokoskov. Poco antes se filtró un acuerdo verbal que, en un breve lapso de días se tornó oficial. Y su estreno en la Euroliga no pudo ser mejor: victoria en todo un Zalgirio Arena por 64-87, una cancha en la que hasta la fecha solo Armani Milano y Maccabi habían logrado ganar.
A excepción de un mal segundo cuarto, en el que los otomanos encajaron un parcial de 18-9, el resto fue coser y cantar para el nuevo equipo del técnico de San Viator, llevándose los restantes tres actos por 10 y 11 puntos. Con un 11 de 22 desde más allá de los 6,75 metros y con 22 asistencias, 13 de ellas obras de Nick Weiller-Babb, los de Laso pasaron por encima del cuadro lituano.
Como dicta la etiqueta, Laso se quitó méritos de más en la posterior alocución. «Ya llevo muchos años como entrenador y sé que las cosas no han cambiado de un día para otro, solo porque he llegado aquí. Igor –Kokoskov– previamente ha hecho un gran trabajo con los jugadores, aunque sí es cierto que los muchachos han dado un paso adelante para llevarse este partido. Porque esto no va de Igor o Pablo, sino que va de lo que haga Efes. Pero, obviamente, estoy muy contento por la victoria obtenida», declaró.
Siempre en medio
Después de esta victoria, Anadolu Efes recupera pie después de tres derrotas consecutivas e incluso puede soñar con dar los primeros pasos de una escalada ahora que regresa a casa. Le visita un Dubai Basketball que, después de caer por 95-97 ante el Maccabi –jugando a puerta cerrada «por motivos de seguridad», algo que era un secreto a voces iba a suceder, y más ahora que los cuadros israelíes pueden volver a jugar con público en sus pabellones– parece en una época de decadencia.
El equipo emiratí suma dos victorias en las cinco últimas jornadas, aunque en honor a la verdad hay que admitir que, salvo la paliza que recibiera contra Panathinaikos por 103_82, los restantes cuatro partidos, incluido el citado duelo ante Maccabi, los ha ganado y perdido por dos o menos puntos de diferencia.
En total, Dubai suma un balance de 7-9, con un triunfo más que Anadolu Efes. Los de Pablo Laso se ubican en decimosexta plaza, a tres victorias de la décima plaza que a día de hoy ocupa Armani Milano, en un atasco de cuatro equipos con un balance de 6-10 y en el que está, justo por delante del propio Efes, Saski Baskonia.
Así las cosas, sin comerlo ni beberlo, Pablo Laso no solo entrena otra vez en la misma Euroliga en la que compite el Baskonia, sino que tiene pinta de volverse un competidor directo en la pelea por jugar el play in. Eso vuelve al de San Viator en una china en el zapato o un obstáculo que tiene la rara virtud de asomar siempre delante de las narices, por más que se haga por esquivarlo.
Y claro, a esa condición de «incordio constante» hay que sumarle que Saski Baskonia suma un año entero sin ganar fuera de casa, ahora que prepara el partido de este viernes a las 20.30 en el Palau Blaugrana ante un Barça recuperado para la causa desde el retorno de Xavi Pascual a su banquillo.
Los gasteiztarras después de la victoria ante el Mónaco ya encadenan seis triunfos en casa, donde en estos seis partidos encaja una media de 76,66 puntos, lejos de los más de 100 que recibía en el arranque del curso. Fuera de casa, en cambio, todavía algo hay que no funciona, sobre todo en cuanto a lo que se refiere a la continuidad. Por eso, en las cuatro últimas salidas del Baskonia –las que ha realizado una vez que empezó a ganar partidos– ha recibido 94,75 puntos en contra de promedio, un número inflado, eso sí, por los 114 tantos que encajó ante el Hapoel de Tel Aviv.
Obvio que los cambios en la plantilla, con los fichajes, las bajas y la recuperación de los lesionados, desvirtúan cualquier intento de análisis sobre la evolución de la defensa gasteiztarra, pero el común denominador es siempre el mismo, como es el bajón lejos de Zurbano.
Asimismo, hay que admitir que el relevo en el banquillo del Barça ha mejorado al bando culé. Xavi Pascual está logrando que la plantilla del Barça de pronto sepa defender, sin depender tanto de su acierto en ataque, amén de que con al retorno del técnico de Gavá, el Barça suma un balance de 5-1 en Europa, lo cual en tercera plaza con un balance de 11-5, empatado con Valencia Basket y a un triunfo de Hapoel.
Cierto, el preparador catalán se cura en salud en la previa diciendo que «el partido contra el Baskonia es el más difícil desde que llegué», entre otras cosas porque pierde a Shengelia por un problema en el pubis y las dudas con Jan Vesely por un esguince, pero sin el concurso de esos jugadores fue capaz de ganar por 69-85 en París con Clyburn, Punter y Brizuela campando a sus anchas sobre el parqué.
Ahí está el principal escollo del Baskonia para seguir su escalada: lograr ser igual de solvente lejos de casa, a pesar de la entidad del rival y que, por otro lado, ninguno de sus competidores más cercanos, como el Efes de Laso, se aproveche de la fragilidad gasteiztarra para ser ellos quienes escalen. Muchos frentes por cubrir, por ende.