Gaza, entre la provocación de Israel y el trampantojo del alto el fuego
La provocación de Israel al socavar el alto el fuego con muertes diarias por ataques o por las condiciones de vida a la que condena a la población palestina -ayer murió otro bebé por frío- busca romper o estancar un acuerdo que se ha convertido en un trampantojo para poner sordina a sus crímenes.
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El emisario de la Casa Blanca Steve Witkoff se reúne hoy con representantes de Qatar, Egipto y Turquía para discutir los próximos pasos de un alto el fuego en Gaza que no deja de ser un trampantojo para retirar el genocidio del foco mediático y continuarlo con la misma impunidad pero con más silencio. La posición de los mediadores no ayuda. Israel acaba de firmar con Egipto su mayor contrato para venta de gas, lo que refuerza lazos y dependencias, aunque El Cairo niegue implicaciones políticas.
Qatar y Egipto piden pasar a la siguiente fase del plan de Donald Trump, que prevé la retirada del Ejército israelí, el desarme de Hamas, la creación de una «autoridad de transición» y el despliegue de una fuerza internacional.
Sobre ninguno de estos puntos hay consenso ni avances y Hamas subraya que antes de empezar a negociar la segunda fase Israel debe parar las vulneraciones de la primera -más de 800 en algo más de dos meses- con al menos 397 muertos en operaciones militares, y una fuerte restricción de la ayuda.
Esta provocación bloquea el inicio de la segunda fase y evita la retirada. De hecho, Israel ya ha establecido la «línea amarilla» como la nueva frontera del territorio ocupado. Así, si Hamas responde a las violaciones, tendrá la excusa para volver a las matanzas masivas y si no lo hace continuará con la devastación «silenciosa» de ataques regulares, bloqueo y hambre.
La resistencia palestina ha cumplido hasta ahora, pero acciones como la muerte de su líder militar Raed Saad en un ataque el pasado sábado pueden provocar una reacción para poner a Palestina de nuevo en el centro de la atención.
El Centro de Coordinación Civil-Militar (CMCC) para Gaza, creado por EEUU para supervisar la tregua y facilitar el flujo de ayuda humanitaria, es otra muestra de cómo tampoco Washington muestra gran entusiasmo por avanzar.
«La gente está un poco desilusionada; sienten que no pasa nada, pero no tenemos otra opción. No hay otras iniciativas. Es esto o seguir hablando en vano con los israelíes», lamenta un diplomático europeo que señala cómo países y actores humanitarios acogieron este proyecto para contar al menos con un interlocutor alternativo a las autoridades israelíes, Estados Unidos. «Hay momentos en que crees que has tocado fondo, pero sigues cavando» ironizó un cooperante que ha visitado el centro en varias ocasiones para hablar sobre refugios para los palestinos.
En un principio, los estadounidenses se dijeron «sorprendidos» de que Israel prohibiera la entrada de todo tipo de artículos a Gaza, «pero lo cierto es que absolutamente nada ha cambiado», señala un ingeniero cooperante. Diplomáticos y cooperantes contactados por AFP cuestionan la disposición de EEUU para presionar a Israel.
Visitantes del lugar describieron el gran hangar ocupado por el CMCC en Kiryat Gat (sur de Israel) como un almacén donde numerosos militares, principalmente israelíes y estadounidenses, se reúnen con cooperantes, diplomáticos y consultores, una especie de «espacio de coworking, pero con gente uniformada» en palabras de un diplomático.
Mientras en Gaza la población muere de hambre y frío, allí hay mesas redondas sobre distribución de agua y alimentos o seguridad, pero sin palestinos. Y en algunos debates surgen ideas que refuerzan la limpieza étnica, como agrupar a civiles «no vinculados a Hamas» en comunidades bajo control militar israelí.
17 muertos por frío y derrumbes
Mientras tanto, son ya al menos 17 personas, entre ellas cuatro niños, las que han muerto por el frío y las lluvias desde la semana pasada. Decenas de edificios se han derrumbado por completo, más de 90 han sufrido derrumbes parciales, y el 90% de las tiendas de campaña de los desplazados se encuentran completamente inundadas, por lo que miles de ciudadanos en perdido hasta estos precarios refugios. Durante las últimas horas, fuentes médicas confirmaron la muerte de un bebé de 29 días, Said Abdin, en Jan Yunis.
La ONU estima que 55.000 familias y unos 30.000 niños en Gaza se han visto afectados por las lluvias y urgió a la entrega de ayuda humanitaria.
EEUU sanciona a otros dos jueces del TPI
EEUU refuerza la defensa del genocidio en Palestina y ha impuesto sanciones a otros dos jueces del Tribunal Penal Internacional (TPI) -Gocha Lordkipanidze y Erdenebalsuren Damdin. - por la investigación sobre las violaciones de derechos humanos en Palestina y por votar contra la apelación del Estado judío a la Corte del 15 de diciembre. El secretario de Estado, Marco Rubio, calificó la acción del tribunal de «politizada». El TPI rechazó el lunes el último recurso con el que Israel intentaba frenar la investigación y confirmó que mantiene su competencia sobre los hechos ocurridos tras el 7-O. Washington advirtió de que seguirá respondiendo con consecuencias «significativas y tangibles» a las acciones del TPI. Tres fiscales y seis jueces del tribunal, al igual que la relatora de la ONU Francesa Albanese, ya se han visto fuertemente afectados en sus vidas privadas por las sanciones estadounidenses.