Esto son palabras mayores

Primer duelo de cuartos de final entre dos candidatos con presupuestos para llegar más lejos todavía.

Los rivales de la final de la Liga de Campeones de 2015 en Berlín se verán las caras de nuevo esta noche en una eliminatoria en la que los planteles tienen ya tal nivel que el que se quede fuera valorará como fracaso su paso por esta competición. Lo hará, eso sí, pensando más en su colosal presupuesto que en los méritos o deméritos deportivos.

En Turín se van a encontrar muchas estrellas –además de Messi, hay varios jugadores por ambos bandos cuya calidad puede decidir en cualquier momento– repartidas en dos equipos cuyos estados de ánimo son bien distintos. Los anfitriones van como un tiro en la Serie A, donde son líderes y solo Roma y Nápoles –a pesar de que le birlaron a Higuaín– le mantienen en pulso a una prudente distancia.

Los cuartos llegan en buen momento para el equipo de Massimiliano Allegri, un técnico que le tiene muchas ganas al Barcelona que le quitó el título hace dos años y que también cedió otras dos eliminatorias cuando entrenaba al Milan. En esta ocasión, tiene a toda la plantilla disponible, incluido Mandzukic, que ha estado entre algodones los últimos días. Además de Allegri, también hay jugadores deseosos de brillar en esta eliminatoria, como los exmadridistas Khedira o Higuaín, dos damnificados del mejor Barcelona, o el delantero Paulo Dybala, que tratará de arrebatar los primeros planos a su paisano Messi.

Dudas y más dudas

Por el Barça, Luis Enrique tratará de disimular el vacío que les deja Busquets por delante de una defensa que no atraviesa su mejor momento. La solución en este equipo cuyo juego genera tantas dudas depende de que los tres fenómenos de arriba tengan un día medianamente aseado, no hace falta siquiera que sea excelente.

Sin embargo, todo es posible tras el petardazo del sábado en Málaga, en el que, por cierto, estaban los tres tenores y también Busquets y en el que en breve sabremos si gastaron todas sus opciones para la Liga.