1977/2024 , 28 février

Iñaki Altuna
NAIZeko zuzendaria / director de NAIZ

Un pronunciamiento unánime de la prensa vasca ante el cautiverio de Pablo González

El hecho fue poco usual. Los directores de los principales diarios vascos firmaron un mismo artículo. Se trataba de denunciar la situación del periodista vasco Pablo González, detenido en Polonia un día como hoy en 2022.

 Pablo González, en uno de los límites de Donetsk, en el este de Ucrania.
Pablo González, en uno de los límites de Donetsk, en el este de Ucrania. (@FreePabloGonz - Monika DEL VALLE FOKU)

El periodista Pablo González, colaborador habitual de GARA y NAIZ, entre otros medios, fue detenido en Polonia el 28 de febrero de 2022, poco después de que comenzara la invasión rusa de Ucrania.

Estaba trabajando precisamente para informar de ese conflicto, al ser un periodista especializado y con una larga trayectoria en el espacio post-soviético.

Fue acusado de espiar para los rusos con pruebas absolutamente endebles. Poco después de su detención, en marzo de 2022, el compañero de profesión Juan Teixeira arrojaba luz sobre las circunstancias del arresto y desmontaba sus forzadas justificaciones, además de denunciar los silencios mediáticos e institucionales ante tal atropello.

En Euskal Herria, con el paso de las semanas, después de los meses y ya de los años –hoy es el segundo aniversario del arresto–, muchas han sido las muestras de solidaridad hacia el periodista y de denuncia por la situación que padece.

Por inédito merece ser desatacado el editorial suscrito por los directores de la mayor parte de diarios vascos. Jamás antes se había producido algo así.

A iniciativa de la Asociación y el Colegio Vasco de Periodistas, Iñaki Soto, en nombre de GARA; Martxelo Otamendi, de 'Berria'; Joseba Santamaría, del 'Diario Noticias de Navarra'; Iñaki González, de 'Deia'; David Taberna, de 'El Diario Vasco'; José Miguel Santamaría, de 'El Correo'; Marta Martín, del 'Diario Noticias de Álava', y Eduardo Iribarren, del 'Diario Noticias de Gipuzkoa', suscribieron un artículo conjunto y acordado que se publicó  simultáneamente en los siete periódicos el 25 de septiembre de 2022.

Este fue el artículo, cuya versión en PDF ofrecemos igualmente para que pueda ser descargada:

A iniciativa de la Asociación y el Colegio Vasco de Periodistas

Los directores de la prensa vasca exigen el respeto a los derechos humanos y garantías procesales del periodista Pablo González

A la sociedad vasca, a sus instituciones y a las autoridades europeas,

Pablo González es un periodista vasco que, bajo la acusación de ser un espía ruso, lleva más de 6 meses encarcelado en Polonia, en prisión preventiva, incomunicado y sometido a un régimen carcelario duro.

Fue arrestado en febrero, cuando estaba trabajando como reportero en ese país, informando sobre el éxodo de la población ucraniana tras la invasión rusa. González es un experto en este terreno y sus trabajos periodísticos han sido publicados en diferentes medios de comunicación.

Hasta el momento, no se ha presentado ninguna prueba que justifique su detención y encarcelamiento.

Las condiciones de vida que Pablo González padece en prisión son inaceptables: sufre un régimen de incomunicación, no recibe correspondencia con normalidad, no se le permiten visitas familiares y tiene problemas para comunicarse con sus abogados. En este caso se están vulnerado la libertad de prensa, el derecho a la defensa y los derechos más básicos de las personas detenidas que están recogidos en diferentes normas y tratados de la Unión Europea y de las Naciones Unidas.

Como directores de periódicos vascos, defendemos esos principios democráticos, los derechos humanos y exigimos que, desde la presunción de inocencia, se apliquen en el caso de Pablo González.

Pedimos a todas las instituciones implicadas que hagan un esfuerzo por su liberación y para garantizar que tenga un proceso judicial justo y transparente, con independencia del resultado. Asimismo, reiteramos la necesidad de que, en cualquier circunstancia o emergencia, se deje trabajar a los medios de comunicación y a los y las periodistas con libertad, seguridad y plena garantía de respeto a los derechos humanos. La guerra no puede ser excusa para cercenar la libertad de expresión y el derecho de la ciudadanía a la información.