El apósito, del que se ha hecho eco la revista internacional ‘Journal of Pharmaceutics’, se compone de nanofibras de un polímero biodegradable (PLGA), aloe vera y nanopartículas lipídicas y se obtiene mediante la técnica de electrospinning o electrohilado, ha informado en una nota la universidad.
Esta técnica de fabricación de fibras aporta a los elementos desarrollados diversas características, como una amplia superficie por unidad de área, porosidad y una serie de propiedades mecánicas que lo hacen atractivo a nivel biotecnológico.
Gracias a la incorporación de aloe vera, el apósito fue capaz de mejorar la proliferación de fibroblastos en un estudio in vitro, mientras que en otro estudio de cicatrización desarrollado con ratones diabéticos promovió de manera significativa el cierre de la herida, la reepitelización y la resolución del proceso inflamatorio.
Además, la incorporación de las nanopartículas lipídicas mejoró las propiedades mecánicas y grosor del apósito, facilitando su manipulación y aplicación, ha explicado Itxaso García Orue, una de las autoras del estudio y miembro del Grupo NanoBioCel de la Facultad de Farmacia.