Esta huelga por el clima intentará repetir la movilización producida el pasado 15 de marzo, cuando millones de jóvenes inspirados en la joven adolescente y activista sueca Greta Thunberg salieron a las calles de más de 1.600 ciudades de todo el planeta para exigir a los dirigentes de todo el mundo una acción decidida para frenar el cambio climático.
La iniciativa surge de estudiantes de los países europeos ante los comicios del 26 de mayo, aunque la convocatoria se ha extendido a todo el mundo. «Volvemos a salir a las calles, pero esta vez, será en una gran marcha global, que tendrá más impacto en los países miembros de la Unión Europea, para que esta tenga en cuenta nuestras necesidades y las necesidades del planeta», han explicado los convocantes.
Baiona, Bilbo y Donostia
Estudiantes de Euskal Herria también se han sumado a las movilizaciones. En Baiona, más de medio millar de jóvenes han tomado parte en una manifestación que ha arrancado desde el Liceo René Cassin y que ha pasado ante la subprefectura y superficies comerciales como Galeries Lafayette o BAB2, denunciando un modelo social que se resume en «contamina, consume y cierra la boca».
Los estudiantes han denunciado «las desastrosas consecuencias medioambientales del sobreconsumo textil», que según han subrayado es «la segunda industria más contaminante del planeta».
En Bilbo la movilización ha tenido como marco la plaza del Arriaga. Ahí han reclamado a los gobiernos que «tomen medidas reales, se movilicen y escuchen a la ciudadanía joven», así como que emprendan «medidas efectivas para el sostenimiento del planeta, como el uso de energías renovables o la reducción de uso de plásticos innecesarios».
Han hecho un llamamiento asimismo a la ciudadanía en general para que tome conciencia del alcance del cambio climático. En ese sentido, han recordado que la mayoría de los jóvenes que componen el movimiento estudiantil en favor de la lucha contra el cambio climático no puede votar, y que dependen de los que sí pueden hacerlo y les han recordado que «esta lucha no es sólo en favor del medio ambiente, sino también en favor de la gente y del apoyo mutuo para salir adelante».
En Donostia, la plataforma GuraSOS se ha sumado a la movilización, que ha servido para decir «no a la incineradora, no al cambio climático, no a la contaminación y sí a la alternativa técnica y viable que ha puesto encima de la mesa: el Plan de gestión Hitzartu».
«La sociedad no va a permitir que el plastico y la incineradora se conviertan en el amianto del siglo XXI», han remarcado.