La joven baionarra tenía 21 años en la fecha en la que ocurrió la agresión denunciada y estudiaba en el Instituto de Estudios Políticos de Burdeos. Los hechos ocurrieron en la noche entre el 11 y 12 de marzo del 2017, durante una fiesta tras un partido de rugby.
La abogada de la joven, Anne Cadiot-Feidt ha declarado a la radio pública France Bleu que, la estudiante quiere que se trate de un proceso «ejemplar que dé continuación al fenómeno de Me Too». Esta declaración se enmarca en una realidad social en la que el apoyo y la mediatización de las agresiones sexuales y machistas son menores que en el Estado español.
Los jugadores siguen siendo profesionales
Tres exjugadores de rugby del FC Grenoble fueron los presuntos agresores: el francés Loïck Jammes, de 24 años; el irlandés Denis Coulson, de 25 años, y el neozelandés Rory Grice, de 29 años. La denunciante explicó que fue llevada a un hotel de Mérignac donde se alojaban y fue allí donde ocurrió la violación.
Los tres presuntos violadores continuan jugando en equipos de rugby profesionales. Coulson acaba de ser recrutado por el club del Pro D2 de Carcassone, el neozelandés sigue en el Oyonnax, de la misma liga, y Jammes jugará en el campeonato de rugby Top 14 con el equipo de Brive en la próxima temporada.
Defensa
La acusación presentada ante el juez de instrucción que se encarga de las investigaciones penales de los delitos más graves, fue derivada por este al Tribunal de Justicia de Gironde en abril. Los tres jugadores pueden todavía presentar alegaciones ante el tribunal hasta el 17 de julio a medianoche. La fecha del proceso no se ha fijado todavía.
La estudiante se encuentra actualmente en Estados Unidos, realizando prácticas en el marco de sus estudios políticos, y testificará a finales de verano, cuando regrese al Estado francés.