IDOIA ERASO
Entrevue
Loïc Legrand
Productor y director

«El País Vasco es una tierra de cine, se llega al núcleo mucho más rápido»

La primera película de Loïc Legrand se proyectará en la sección Zinemira del Zinemaldia, donde se puede ver este lunes y miércoles. Producida por Aldudarrak Bideo, el documental muestra a los estudiantes de un curso de cine realizando un cortometraje basado en la leyenda vasca ‘Hiru uhinak - Les trois vagues’.

Loïc Legrand es originario de Burdeos, pero vive en Ipar Euskal Herria. (NAIZ)
Loïc Legrand es originario de Burdeos, pero vive en Ipar Euskal Herria. (NAIZ)

Antiguo productor originario de la zona de Burdeos, ahora vive en Ipar Euskal Herria, en donde colabora con la televisión local Kanaldude. En el documental, acompaña a jóvenes euskaldunes durante el proceso de creación de un cortometraje, en el que se plantean muchas preguntas ayudados de especialistas de ámbitos muy diversos: Anuntxi Arana y Claude Labat hablan sobre la mitología, Mikel Epalza ofrece la visión de marino y Asier Altuna les asiste durante la escritura del guion.

¿Qué historia se cuenta en el documental?
Es una leyenda vasca que se llama ‘Hiru uhinak’ o ‘Hiru olatuak’, según las versiones de Hegoalde o Iparralde. Hay diferentes versiones, la que está muy presente en Iparralde cuenta la historia de una bruja que echa un hechizo a un marino y le envía tres olas gigantes sobre su barco para hundirlo y matarlo.

En otras versiones la bruja es la mujer del marino, por lo que se da una relación bastante violenta entre hombre y mujer, con una mujer que es mala, pero no se cuenta la razón de esta maldad, ni la de tanto odio hacia su marido. La película muestra a seis jóvenes, principalmente de Iparralde, transformando esta historia en un cortometraje de ficción. Para encontrar a esos jóvenes, e investigar sobre la leyenda, creé un taller de cine en el que los estudiantes se reunían con marinos, estudiantes y especialistas de diferentes ámbitos.

¿Qué le impulso a crear este proyecto?
Descubrí la leyenda hace siete años. En aquella época estaba investigando sobre la ola Belharra de Lapurdi, porque me parece que tiene un lado mitológico. La leyenda me llamó mucho la atención, me parecía que tenía un lado muy realista, ya que por la zona de Donibane Lohizune y Ziburu en la que ocurre se dio una importante caza de brujas. Además, la ola gigante Belharra aparece una o dos veces al año.

No sabía muy bien qué hacer y, en un momento dado, me acordé de mí mismo cuando llegué al País Vasco. No soy vasco, llegué aquí a los 18 años para realizar mis estudios, y descubrí un territorio que me impactó mucho, así que me hice la pregunta: ¿Qué harían los jóvenes vascos de hoy en día con esta leyenda? ¿Tendrían ganas de cambiarla? Me interesaba su relación con su cultura y su tradición en una edad en la que se empieza a forjar una mirada específica sobre el mundo. Lo planteé como una especie de aventura, en el sentido en el que partimos de esta leyenda para hacer una película, pero sin saber a dónde íbamos.

Una gran parte de la película es en euskara, aunque usted no es euskaldun.
Hemos intentado hacerla lo máximo posible en euskara. He hecho lo necesario para que los jóvenes, que son euskaldunes, tengan los elementos para crear su historia, pero sin intervenir, solo captar su aventura en el cine. Yo no soy euskaldun, por lo tanto, he tenido que dejarme llevar durante escenas enteras. Lo he entendido después, durante el montaje.

Durante el documental se siguen todas las fases del proyecto. ¿Cómo se desarrolló?
Ha durado cuatro meses, desde enero del 2018, hasta abril. Al principio nos reunimos con las personas que se ven en el documental, y en febrero, prácticamente nos encerramos para escribir el guión; después estuvieron buscando exteriores, haciendo un casting, un barco, figurantes… Cada vez que se realiza algo hay que plantearse alguna pregunta, ¿dónde se pone la cámara? ¿cómo se quiere filmar?… Por eso la película acaba con una escena en la que se vuelven a hacer preguntas de fondo porque nos damos cuenta de que cuando se hace una película se hacen preguntas todo el tiempo.

Las preguntas y las reflexiones están presentes durante todo el documental. Se trata de observaciones muy eclécticas y algunas, incluso, hasta profundas. La idea básica puede ser la presentación de cómo se hace una película, pero va mucho más allá.
Sí, lo que trato de grabar es cómo se «fabrica el cine» a escala de un pequeño taller, con pocos medios. Para mí es importante transmitir que se puede hacer cine con cualquier cosa; con un teléfono móvil se puede hacer una película. Lo importante no son los medios, sino la reflexión. Desde el momento en el que se mira algo, se crea un punto de vista y si se piensa que este punto de vista puede llegar hasta el espectador, el cine es accesible a todo el mundo.

Antes era productor, y estaba muy frustrado de un medio, el cine, que se mira a sí mismo y es un poco elitista. A mí me gusta cuando el cine se convierte en arte popular. La idea era volver a esto, transmitirles que se puede hacer cine si se tienen ganas, sea cual sea su nivel de estudios, nivel social… Para mí hay algo festivo en hacer cine y quería compartir eso con el espectador. No es un making off, pero se parece un poco en sus formas. El cortometraje se podrá ver en la página web de Kanaldude.

La obra tiene objetivos diversos: acercar el cine al espectador, reflexionar sobre el cine y la cultura vasca en la sociedad actual…
Sí, hay también otro punto que para mí es importante, trabajar con la imaginación, que haya espacios para que el espectador pueda crear también su imaginario personal. De ahí vienen las manos de los pescadores, las olas… Son espacios importantes porque espero que cada persona pueda proyectarse en esos espacios para crear su relación con el territorio, la leyenda, o encontrar el tema que le interese.

Hay muchas capas, pero la principal, la que me interesaba, era ver lo que los jóvenes iban a hacer hoy en día con esa historia. Ocurre en el País Vasco, porque para mí es una tierra de cine, en el sentido en el que las cosas emergen. Mi impresión es que hay una relación con las cosas que conlleva llegar al núcleo mucho más rápido que en otros lugares.

Es mi primera película, por lo tanto soy muy humilde, pero me parece que lo que ocurre aquí podría situarse en cualquier otro sitio. Lo que me gusta de esta leyenda es que se puede encontrar también en otros lugares, como Canadá o Noruega. Así que espero que pueda llegar hasta otra gente de fuera del País Vasco.