Las buenas maneras no deben formar parte de la «nueva normalidad». Sólo una semana después de que el chileno se despidiera del Eibar con la temporada sin acabar y a una semana de visitar Ipurua en la penúltima jornada de Liga, el Valladolid, rival directo de los azulgranas en la lucha por la permanencia, ha anunciado que Fabián Orellana se ha sometido a las pruebas médicas previas a su fichaje. Todo dentro de la legalidad pero muy poco elegante, teniendo en cuenta que no podrá jugar con su nuevo equipo hasta la próxima temporada.

Fabián Orellana, uno de los seis futbolistas armeros –además de Cristóforo, cedido por la Fiorentina– cuyo contrato acababa el pasado 30 de junio, era el único que contaba con una oferta de renovación desde el pasado invierno. Hubo conversaciones, en principio esperanzadoras, pero la falta de noticias para cuando llegó la primavera invitaba a pensar que el chileno pondría fin al ciclo que le ha llevado a defender la camiseta del Eibar las dos últimas temporadas y media. Pronto se intensificaron los rumores sobre su marcha al Valladolid y al club armero ya sólo le quedó pelear por que, como el resto de jugadores que acababan contrato, el jugador chileno se quedara hasta final de temporada. No lo consiguió, ni con Orellana, ni con Escalante, que el pasado martes se despedían del club.

Una semana después, Orellana ya está en Valladolid. Si supera las pruebas médicas, firmará inmediatamente con el club blanquivioleta.

Dos años más para Gantxegi

La que seguirá defendiendo la camiseta azulgrana es Nerea Gantxegi. La futbolista eibarresa se une a la media docena de compañeras que ya han acordado la renovación y prolonga su contrato con el Eibar hasta 2022. Gantxegi se formó en la cantera del club pero militó cuatro temporadas en Zarautz y Añorga antes de regresar a su localidad natal para enrolarse en el primer equipo azulgrana, en el que ha cumplido su tercera temporada.