Chillida Leku expone diez esculturas propiedad de Telefónica

Date

14.05.24 - 13.10.24

Lieu

Gipuzkoa - Hernani

Imagen de una de las salas que ocupa la exposición.
Imagen de una de las salas que ocupa la exposición. (Iñaki LUIS | LUZNORTE FILMS)

En el centenario del nacimiento de Eduardo Chillida y Telefónica, el museo dedicado al artista donostiarra alberga una decena de obras –ya se expusieron en Zabalaga hace veinte años– pertenecientes a la colección de la compañía de telecomunicaciones.

‘La casa de Hokusai’ (1981), ‘Casa de Juan Sebastian Bach’ (1981), ‘Iru Burni II’ (1981), ‘Down Town II’ (1986), ‘Mesa de Omar Khayyam’ (1986) y ‘Topos’ (1985), son las obras que componen, entre otras, la muestra que acoge Chillida Leku desde el 15 de mayo hasta el 13 de octubre. La exposición se ha presentado a los medios de comunicación esta mañana y posteriormente ha tenido lugar su inauguración con la presencia del monarca español Felipe VI.

‘Cien años de de Eduardo Chillida con la Colección Telefónica’ muestra una selección de las 41 obras que ha adquirido Telefónica a lo largo de estos años. La muestra se completa con otras piezas de 1990 y 2000 del museo abarcando todo el espacio del caserío Zabalaga. Las piezas de la colección Telefónica se muestran en las dos plantas del interior del edificio.

La exposición es reflejo de una época de especial relevancia en la carrera artística de Eduardo Chillida: los años 80. Fueron decisivos. «Por una parte, se trata de la etapa que alcanza el tamaño monumental a nivel de obra pública y, además, profundiza en nuevos conceptos artísticos y proyectos de manera íntima», han recalcado.

Fueron los años en los que Chillida protagonizó importantes exposiciones retrospectivas. Se centró en la realización de mesas y casas –estructuras de tamaño reducido, arquitecturas que se conforman de materia y vacío–. «Las casas tienen formas redondeadas, envolventes. Han sido realizadas para ser habitadas. Con el tiempo el espacio se va transformando en la obra de Chillida, se convierte en un espacio preparado para que entremos en él», ha explicado Estela Solana, comisaria de la exposición junto a Ignacio Chillida.

También fue en los años 80 cuando el matrimonio Chillida-Belzunce adquirió el caserío Zabalaga, momento también clave. En el contexto de Hernani, el escultor aprendió a trabajar el hierro, material mediante el cual se sentía unido a Euskal Herria.

«Sobre el caserío Zabalaga sobrevuela la sombra de Chillida. Estas obras estarán ante la mirada de los visitantes, cuya inteligencia e imaginación las harán crecer. Es un paseo que ofrece profundizar en el conocimiento del artista para conocer su trayectoria creativa». Son las palabras de Itxaro Borda incluidas en el catálogo que se publicará con motivo de la exposición. La publicación se completará con textos firmados por Mireia Massagué, directora de Chillida Leku; Gonzalo Calderón, yerno del escultor; y los arquitectos Beatriz Matos y Alberto Martín Castillo.

«La década de los años 80 fue especial, Eduardo Chillida y Pilar Belzunce comenzaron a caminar juntos», ha recordado Massagué. En 1981 falleció su galerista y representante Aimé Maeght. «También compraron Zabalaga, la joya de la corona, y desde donde nos gusta contar las historias. Fue la época en la que también comenzó su colección de arte Telefónica», ha agregado.

Es una muestra en la que ha primado la interacción del espacio, en la relación sostenida entre obra, espacio y visitante. «Reconecta con aquel estudiante que en un principio se decantó por los estudios de Arquitectura, pero que dada la rigidez de la carrera en aquella época decidió cambiarse a Bellas Artes siguiendo la pulsión que sintió», ha señalado.

«Las obras invitan a habitarlas. Nos encontraremos a un Chillida desconocido, casi nuevo», ha subrayado la directora del museo.

«Todas las obras hablan y están agradecidas de estar en casa», ha agregado Luis Prendes, director general de Fundación Telefónica.

Al hilo de esto, Ignacio Chillida, hijo que preside la Fundación Chillida-Belzunce, ha aludido a la parte emocional de la iniciativa. «Las obras vuelven a su casa y es emocionante verlas aquí en el estado actual del caserío, que se encontraba en ruinas cuando lo compraron mis padres», ha dicho.

«Mi madre estaría encantada de que las obras que se encontraban aquí anteriormente hayan hecho sitio a las que han llegado yéndose a países como Alemania y Chile. Se está expandiendo a lo largo del mundo», ha señalado. «Los años 80 fueron de madurez creativa de aita», ha subrayado.

El museo abre todos los días de 10.00 a 18.00, excepto los martes y miércoles. La muestra se completa con actividades paralelas. Más información en la web.

Emplacement

Chillida Leku
Jauregi Bailara, 66
Hernani. Gipuzkoa