Alberto Pradilla
Alberto Pradilla

Elementos básicos para especular cuando salgan los resultados

No me gustaría ser uno de los estrategas del PSOE cuando se conozcan los resultados de hoy. Hoy Ferraz se la juega. No solo por los resultados, que van a medir hasta dónde se da el batacazo, sino por las decisiones que deberá tomar a partir de mañana mismo. ¿Dejar que gobierne el PP, apoyar a un Ejecutivo de Podemos o ser investido por Pablo Iglesias? Para Pedro Sánchez ninguna de las opciones es satisfactoria. En todo caso deja la iniciativa en manos de otros. Con todo abierto, jugamos con la calculadora y números que todavía están por definir. Y así no se puede hacer futurología. No obstante, hay elementos que ya se han podido comprobar en este larguísimo ciclo electoral y que nos pueden ayudar un poco a hacer las cábalas del vermú postvotación. Y otros datos que condicionan el futuro inmediato.

 

1. Ciudadanos ha apoyado siempre al partido más votado. Aunque el fin de semana se ha desatado la histeria con la supuesta «revelación» de Albert Rivera, lo cierto es que el candidato naranja solo ha recordado lo que su formación ha hecho en todos los comicios previos. En Andalucía apoyó al PSOE de los EREs. En Madrid, al PP de la Gürtel. En el resto, también a Génova, cuando los números le eran favorables.

2. Podemos y PSOE se han apoyado mutuamente para echar al PP. En las comunidades en las que Ferraz ha quedado por delante, los del partido del círculo le han dado el Gobierno. Lo mismo ha ocurrido en el caso contrario en alcaldías como la de Madrid o Barcelona. 

3. Los presupuestos de este año ya están aprobados. Sea cual sea el Gobierno que salga elegido de las urnas tiene un año comprometido. Mariano Rajoy pisó el acelerador al final de la legislatura para garantizarse que 2016 sería un ejercicio marcado ya por las cuentas impuestas por su mayoría absoluta. Esto aplaza la segunda al año próximo la segunda gran batalla parlamentaria tras el debate de investidura.

 

A estos tres elementos hay que sumarle un cuarto: que ninguna encuesta prevé que baste con una abstención. Es decir, que al PP no le será sufienciente con que Ciudadanos se abstenga. Necesitará, o bien su apoyo o bien la abstención también del PSOE. Esto dejaría a Ferraz ante una disyuntiva atroz: dejar que Rajoy lidere el Ejecutivo o intentar formar una mayoría alternativa con Podemos. Por lo que se ha escuchado en campaña, esta segunda opción solo sería valorada en el improbable caso de que Sánchez quede muy cerca de Rajoy. Algo que es prácticamente imposible teniendo en cuenta que Iglesias le ha comido terreno en las últimas dos semanas. En este punto, será importante saber quién queda segundo. En caso de que sea Podemos: ¿recibirá el apoyo del PSOE o Ferraz permitirá que gobierne la derecha? Es difícil saber cuál de las dos opciones es peor para Sánchez. Avalando al PP se inmola. Pactando con Iglesias se coloca en posición de subalternidad y se enfrenta con Bruselas.

Todo esto hace referencia únicamente a las posibilidades de investidura. Luego deberían comenzar las negociaciones para un futuro presupuesto. Y ahí volvemos al punto cero. Eso sin contar con los «asuntos de fondo» de los que hablaba hoy Iñaki Gabilondo en GARA.

Todo está muy loco. 

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