Alberto Pradilla
Alberto Pradilla

La corrupción según Homer y Evaristo

Cada vez tengo más claro que un híbrido entre las enseñanzas de Homer Simpson y las letras de Evaristo, el cantante de La Polla, constituye una base ideológica indispensable para hacer frente al actual momento político en el Estado español.

Hoy he vuelto a comprobarlo. Tras escuchar el aburridísimo y repetitivo cara a cara entre PP y PSOE a cuenta de la corrupción, uno tiene la sensación de que es la mismísima creación de Matt Groening quien asesora a sus portavoces en el momento en el que tienen que explicar las innumerables tramas en las que se han visto envueltos. Sus intervenciones se reducen a un insoportable "y tú más" al que se une la indignación que provocan las pueriles autoexculpaciones de todos los imputados. Negar la evidencia, escurrir el bulto y, finalmente, tratar de salir airoso perdiendo lo menos posible al tiempo que se airean los fangos del contricante es el 'abc' de toda reacción postescándalo.

Esto lo explica perfectamente Homer Simpson cuando le dice a Bart las tres frases cortas que sacarán su vida adelante.

 

Estas son:

- "No digas que he sido yo".

- "¡Oh, buena idea jefe!"

- "Esto ya estaba así cuando llegué".

 

¿Nos suena? Entre tanto Gürtel, Bárcenas, Ideas, EREs, Nóos, sobresueldos... ¿No se parece bastante este manual para escaquearse a la reacción que mantiene buena parte de la clase política ante la corrupción? Los rifirrafes entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba, o entre Soraya Sáez de Santamaría y Soraya Rodríguez, son lo más parecido a un baile de máscaras sobre la punta del iceberg. Hacer ruido mientras chapotean en el fango para que, entre el griterío, la sociedad olvide que es el propio sistema el que está podrido. En medio de la confusión tampoco entiendo el mensaje lanzado hoy por Cayo Lara. ¿Pleno monográfico? ¿Pacto sobre la corrupción? En mi opinión, parches para una estructura política que, si no se derriba por completo, seguirá perpetuando todos y cada uno de sus vicios. Desde su origen, el actual sistema político español ha tenido en la corrupción una simpática y entrañable compañera de viaje. Quizás sería el momento de plantearse porqué.

Ya lo cantaba Evaristo:

"Banqueros unos ladrones, sin palancas y de día, políticos estafadores, juegan a vivir de ti".

La letra aparece en la canción "Delincuencia", del disco "Salve", el primero de "La Polla Récords". Se editó en 1984.

Seguir haciendo exactamente lo mismo es el camino directo para mantenerse en el mismo sitio. Y eso parece que sea el objetivo, aunque maquillado, de cierta clase política española.

 

 

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