Koldo Campos
Koldo Campos
Memoria que respira y pan que se comparte

La Cuba ocupada

Los cheques de poco más de 4 mil dólares anuales que el gobierno de EEUU pagaba al de Cuba por el expolio de esa parte de Cuba, Fidel nunca aceptó cambiarlos

Apenas Cuba echaba a andar tras su guerra de independencia contra España y la ocupación militar estadounidense cuando Teodore Roosevelt, consciente de que ejercer el «protectorado» sobre la última república americana en independizarse seguía siendo un buen negocio, persuadió en 1903 a Tomás Estrada, primer presidente cubano, de la conveniencia de firmar un tratado cubano-estadounidense por el que, entre otras onerosas gracias, el Gobierno cubano cedía la bahía de Guantánamo para que EEUU mantuviera su base militar, construida en 1898, hasta que el Gobierno estadounidense decidiera lo contrario. Más de un siglo después, EEUU sigue sin irse en base a un «contrato» que sonrojaría al atracador más desvergonzado.

Los cheques de poco más de 4 mil dólares anuales que el gobierno de EEUU pagaba al de Cuba por el expolio de esa parte de Cuba, Fidel nunca aceptó cambiarlos, dado que ello sería tanto como aceptar que el pillaje yanqui, la ratería imperial, podía tener visos de legalidad.

Han pasado 118 años desde que se firmara aquel despojo. Con el triunfo de la revolución, el Gobierno cubano ha venido exigiendo la salida de los estadounidenses de Cuba y el desmantelamiento de una base militar que en el 2002 también acogió una cárcel militar de extrema seguridad en el que el Gobierno estadounidense llegó a mantener en condiciones infrahumanas a más de 700 personas en su mayoría secuestradas en Afganistán y trasladadas en vuelos clandestinos a través de Estados cómplices, entre ellos el español, a Guantánamo.

Hoy quedan todavía unas cuantas docenas de presos que, quince años después, ni siquiera han sido juzgados o acusados de nada. El cierre de ese centro de torturas lo ha pedido Naciones Unidas, Amnistía Internacional y el propio Gobierno cubano, pero al margen de razones y derechos, vivimos en un mundo gobernado por el régimen más canalla y asesino en la historia de la humanidad que, además, y es lo más preocupante, ha conseguido a través de los medios que hasta se le idolatre.

(Preso politikoak aske)

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