Koldo Campos
Koldo Campos
Memoria que respira y pan que se comparte

Se rueda "Korosagasti"

 

Asier Sustaeta, azpeitiarra próximo a los 40 años, anda embarcado, y junto a él un amplio equipo, en una película que ya se está filmando y que dentro de un año tendremos en las pantallas. Con él conversé días atrás.

-¿Por qué el cine?

No es la primera vez que me lo preguntan, y más después de comentar que no he cursado ningún tipo de estudio audiovisual. Yo de pequeño quería ser carpintero. De hecho cursé los estudios de enseñanza profesional de madera. Siempre me llamaron la atención aquellos viejos carpinteros que con un tronco eran capaces de crear cualquier tipo de mueble. El cine aparecería después, a mediados de los noventa y cuando berreaba en un grupo de música punk-rock. Pedí prestada una videocamara casera a un vecino de mis padres para grabar nuestro primer concierto y creo que mezclando aquellas malas imágenes fue que se encendió realmente mi pasión por el mundo audiovisual. No tardé mucho en grabar un videoklip (de mala muerte) con el grupo. Enseguida otro para unos colegas, otro más para otros amigos, y así hasta coger un cierto gustillo al asunto.

Casi desde un principio he tenido la suerte de tener a mi lado a Oihan Amezua, fotógrafo de formación y encargado de la fotografía en casi todos los trabajos que hemos realizado. Con él siempre he tenido ese entendimiento y con cuatro detalles ya sabe lo que estoy pensando. Después de firmar unos cuantos videoklips y algun spot comercial, nos decidimos a producir nuestro primer cortometraje. “Oinaze egoitzak” . Ese fue el proyecto que dio luz a ERABAKI PRODUKZIOAK, al fusionarnos nosotros dos con otros dos integrantes del grupo NATATXA FILMS. Hasta ahora hemos realizado tres producciones como ERABAKI: Oinaze egoitzak, AIO y Kronos.

 

-¿Por qué Korosagasti?

No recuerdo exactamente cuándo ni quién me habló por primera vez del doble asesinato en el caserío de Korosagasti hace 92 años pero ha sido una historia que cada cierto tiempo alguien solía mencionar en mi entorno porque dada la cercanía del lugar en el que se cometieron los hechos (Beizama) de alguna manera el caso siempre ha estado presente.

Hace unos años, al rodar un cortometraje, tuvimos la suerte de trabajar con Pedro Otaegi (natural de Beizama) y en una de esas charlas, entre toma y toma, salió el tema del citado crimen. Comentamos entonces que daba para hacer un thriller de los buenos. Ingredientes no le faltaban a la historia pero al estar inmersos en otra grabación el tema quedo allí, en el olvido.

En Mayo de 2017, navegando por internet, me fui a encontrar con un anuncio en el que el vendedor ofertaba un periódico viejo con cuatro fotos. Las fotografías me llamaron la atención pero más me llamó la atención el titular que las precedía: “Los culpables del crimen de Beizama”.

Enseguida note el flechazo, apunté el día en el que se imprimió el diario y comencé la búsqueda en las hemerotecas. Todo lo demás vino muy deprisa…

Sabíamos desde un principio que no iba a se un trabajo sencillo y que de ninguna manera podríamos hacerlo solo desde Erabaki Produkzioak, así que hicimos un llamamiento por todo el valle para que se sumara al proyecto quien tuviese ganas de trabajar. Y tuvimos muy buena respuesta. Ahora nos acompañan en el proyecto alrededor de 80 personas entre guionistas, directores de actores, camarógrafos, técnicos de sonido, estilistas, actores y actrices…. Se ha sumado gente con mucha experiencia y gente que está empezando, todos aportando su granito de arena y con la mayor ilusión del mundo.

En el aspecto económico el proyecto es muy modesto. Disponemos de un presupuesto para cubrir los gastos inevitables pero quedándonos muy lejos de todo aquello que nos gustaría hacer.

Partimos con los fondos propios de Erabaki a los que hemos sumado un par de subvenciones de los ayuntamientos de Azpeitia y Beizama, y algunos recursos de empresas y negocios de la localidad que han querido aportar a este proyecto.

A finales de noviembre tenemos pensado realizar una campaña de micromecenazgo para poder completar el presupuesto.

Esta previsto que las grabaciones concluyan a finales de febrero. Después vendrá el montaje, la edición, la musicalización… Confiamos en que Korosagasti vea la luz antes de que acabe el próximo año.

-¿Qué destacarías de esta experiencia?

Especialmente resaltar que se trata de un proyecto cooperativo, en el que además de hacer cine, que es lo que nos gusta, nos da la oportunidad de unirnos y conocernos. En el valle del Urola tenemos un enorme potencial de gente capacitada en el mundo audiovisual pero que hasta el momento ha realizado sus trabajos por separado. Este proyecto está contribuyendo a crear puentes, a aunar fuerzas y conformar en todo el valle una red del mundo audiovisual que nos permita en el futuro encarar más proyectos y ser más efectivos, trabajar en mejores condiciones y, además, crecer en el desarrollo de nuestra labor de la única manera posible: con esos otros con quienes compartimos el oficio.

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