Está resultando un verano pelín anodino; el mar prometía más a su inicio con ataques de comandos de orcas bilduetarras a los yates de los que viven del trabajo ajeno. Al final todo se ha visto reducido a picaduras a discreción de las carabelas portuguesas sin conciencia de clase. Como serpiente de verano, no hay color. A la enigmática Nessie del lago escocés ya no le presta atención veraniega prensa alguna. El foco mediático se centra en un apuesto cocinero, (chef le dicen), virtuoso matarife, al que una relación tóxica le abocó al error de descuartizar a un cirujano plástico de vida oscura, trufada por las drogas y la homosexualidad, a tenor de periodistas y otras gentes expertas televisivas. Es ética profesional a la que denominan deontología. Y sin mover un músculo ni pestañeo.La noticia del momento en boca de la ministra Margarita Robles, la que en primavera rememoraba a Isabel la Católica como «una de las representantes de las mejores mujeres socialistas, que trabajan cada día para hacer una sociedad más justa y mejor». Socialista en el siglo XV. Sin duda una adelantada, de ahí que el suyo fuese un socialismo precario y sui géneris, muy castellano. Pues bien, Margarita anuncia que la «dama cadete Borbón» ha ingresado en la academia militar y «estará en igualdad de condiciones con el resto de los cadetes». Fíjate tú qué bien. La Robles cree que los españoles deberían sentirse «orgullosos de la formación que va a recibir la princesa Leonor». Anuncian por tierra, mar y aire que la princesa ha renunciado a cobrar el salario de 417 euros mensuales que les corresponde a los cadetes. Así que se verá abocada a subsistir con parte de los 8.431.150 euros que su familia, por la gracia de Dios, se ha embolsado del erario de todos.Y ahora, además, la selección española de fútbol femenino en la final. Con sus comentaristas deportivas que han resultado hablar igual que sus compañeros. A la igualdad por la caspa. Qué triste.Preferibles las apariciones de Nessie en el lago Ness. Mucho más entrañable y real ¡vas a comparar!
