Isidro Esnaola
Iritzi saileko erredaktorea, ekonomian espezializatua / redactor de opinión, especializado en economía
gara-2022-05-27-Reportaje
El desarrollo de este sistema, que va más allá de la especulación, genera múltiples incógnitas. (Getty)

Criptomonedas: Glosario para el mundo de las cadenas de bloques

Los movimientos de los especuladores con criptomonedas acaparan titulares y más titulares. Por si eso fuera poco, un país, El Salvador, ha decidido que el bitcoin, una de la muchas criptomonedas en circulación, sea moneda de curso legal.

Más allá de la especulación, las monedas criptográficas han provocado una pequeña revolución en Internet, donde ya se habla, por ejemplo, de la Web3 en contraposición, o más bien como desarrollo de lo que en su tiempo se llamó la web 2.0, la actual, la de las redes sociales, las plataformas y las aplicaciones en línea. La tecnología que soporta estas nuevas funciones tiene, como todas, algunos defectos pero también muchas utilidades.

Seguir el desarrollo de todo este mundillo, que va más allá de la especulación con las criptomonedas, no es nada fácil. Con el fin de aportar algunas claves que sirvan para orientarse en ese mundo que se está abriendo, a continuación se definen algunos conceptos relacionados con las criptomonedas.

Criptografía

Las monedas digitales incluyen la palabra en su definición, criptomonedas. La criptografía no es otra cosa más que el compendio de métodos que se utilizan para proteger información utilizando cifras o códigos. En muchas películas de espías eran bastante comunes los cifrados que utilizaban, por ejemplo, un libro concreto y el código indicaba las páginas, los renglones y la posición dentro de la línea de las palabras que se transmitían. En la actualidad, los métodos criptográficos más seguros se basan en desarrollos matemáticos.

Satoshi Nakamoto

Todavía no se sabe quién está detrás de ese nombre, si fue una persona o un grupo de personas, pero en un artículo que firmó en 2008 resolvía el problema que dio lugar a las criptomonedas, el del doble gasto de una moneda virtual y la garantía de que no se podía falsificar. A partir de ahí una moneda digital permitía hacer pagos seguros, y con esos mimbres se creó el Bitcoin.

Doble gasto

Una moneda digital es a fin de cuentas un código, por lo que nada impide que se pueda gastar comprando, por ejemplo, un libro y a continuación volverla a gastar para comprar una pizza; esto es, gastar la misma moneda en dos cosas distintas. Satoshi Nakamoto ideó un sistema conocido como cadena de bloques (blockchain, en inglés) en la que cada transacción que se hace con esa moneda se va apuntando como un eslabón más en una cadena. Y una vez que queda inscrita, ya no se puede cambiar. De este modo, el sistema impide que una moneda se pueda gastar dos veces: una vez que una operación queda registrada en la cadena, esa moneda ya pertenece a otro usuario y el anterior ya no puede volver a gastarla. La cadena de bloques o blockchain registra todas las transacciones con una moneda. Funciona como un libro de contabilidad en el que se apuntan todas las operaciones. Esa cadena de bloques es como un notario público que certifica qué operaciones se han hecho y qué monedas se han utilizado.

El certificado de las operaciones con monedas digitales

Se hace de forma descentralizada, resolviendo un problema matemático en el que pueden participar todas las personas que participan en la red. Blockchain optó por esta opción, que se puede hacer de dos manera diferentes.

PoW

Del inglés ‘Proof of Work’ (Prueba de Trabajo, en castellano) es el protocolo usado en criptomonedas como Bitcoin o Ethereum y consiste básicamente en resolver un complejo problema matemático. Una vez que los ordenadores encuentran la solución, se confirma la transacción o transacciones y se puede añadir un nuevo bloque a la cadena que ya no se podrá modificar. El siguiente grupo de operaciones encajará en el anterior impidiendo cambios posteriores y así sucesivamente.

Por paradójico que pueda parecer, esta prueba se basa en la desconfianza hacia el resto de participantes en la red, un recelo que solo se supera con la resolución de un complejo problema matemático.

Minería

Resolver estos problemas matemáticos (hash) que certifican las transacciones exige una enorme capacidad de cálculo, es decir, ordenadores que consumen una gran cantidad de energía. De ahí que a menudo se subraye que las criptomonedas resultan poco ecológicas. A este proceso de cálculo se le llama minería.

El objetivo de cada minero es resolver el rompecabezas (hash) más rápido que el resto. El que primero termine da validez al siguiente bloque de transacciones que se añadirá a la cadena de bloques. Para incentivar esta actividad imprescindible para que el sistema funcione, cada problema resuelto es remunerado con criptomonedas. Cada nuevo bloque añadido a la cadena se paga. De esta forma, la minería se ha convertido en una tarea lucrativa allí donde la electricidad no era muy cara. En algunos países, sin embargo, la minería de criptomonedas se ha prohibido, y una de las razones ha sido evitar el enorme gasto de energía que acarrea.

Proof of Stake (PoS) o prueba de participación

Este es otro tipo de prueba que se puede utilizar para validar una transacción con monedas. En este caso, los cálculos criptográficos son mucho más sencillos de resolver. Solo se necesita demostrar que un minero posee un cierto porcentaje de todas las criptomonedas disponibles de una determinada moneda para validar un nuevo bloque e incluirlo en la cadena. Cuando una mayoría de participantes validan la operación, esta queda validada. Un sistema más sencillo, con menos gasto, pero que da muchísimo poder a quien posea un gran número criptomonedas. Este es el sistema por el que está apostando Ethereum para reducir el gasto de la certificación.

A diferencia de la prueba de trabajo, esta prueba exige cierta confianza en el resto de participantes de la red, ya que al ser la validación mediante un sistema de mayorías, pueden formarse coaliciones para bloquear ciertas operaciones y controlar la cadena de bloques. Esta prueba también permite a una entidad central lanzar su propia moneda digital y arrogarse ella misma el derecho a certificar las operaciones, que es lo que están haciendo los bancos centrales con sus monedas digitales.

Token

El token o ficha es una unidad de valor construida con criptografía y que se inserta en una cadena de bloques. Con ellas el usuario puede interactuar con otros participantes en esa cadena de bloques. Dicho de otro modo, es la moneda de la red. Por ejemplo, el token de Ethereum es el ether y de Bitcoin es bitcoin (Bitcoin con mayúscula alude a la red, y con minúscula, al token).

Sin embargo, los token no solo son fichas que funcionan como monedas, sino que también pueden incluir programas en su interior. Por ejemplo, pueden llevar incorporado lo que se llaman contratos inteligentes, que pueden obligar a que una ficha sea gastada en determinadas actividades –por ejemplo, en comprar en determinadas páginas o en jugar a ciertos juegos– y no en otras.

A partir de esta característica, algunos han empezado a hablar de que las criptomonedas ofrecen un entorno transparente que permite, por ejemplo, a un donante hacer seguimiento de en qué se ha gastado su dinero, abriendo así nuevos espacios al control social. Afirmaciones que cuando menos resultan polémicas, toda vez que no se ha creado un entorno institucional capaz de fiscalizar lo que se está haciendo.

Recientemente, han aparecido los ‘Non Fungible Token’ (NTF), que son un tipo especial de propiedad digital que representa a algo único, no intercambiable y vinculado a la tecnología blockchain que garantiza su originalidad. Uno de los ejemplos más conocidos de un token tipo NTF es el de Jack Dorsey, ex director ejecutivo de Twitter, que vendió en formato NFT el primer tuit de la historia por 2,9 millones de dólares, cuyo pago se realizó en Ethereum, una de las criptomonedas más famosas junto con Bitcoin.

De esta forma, los NFT han abierto la vía para que cualquiera que tenga algo que considere valioso pueda convertirlo a formato NFT y venderlo en la red. Algunos esperan que estos instrumentos aceleren la descentralización, que ya se está dando en muchas instituciones, industrias e infraestructuras. Otros aseguran que servirán para «liberar» a los artistas de las garras de las actividades extractivistas de Spotify y similares. Hay quien cree que los proyectos de criptografía podrían marcar el comienzo de una revolución cultural, dando lugar a una nueva «economía del creador» autónoma y autosuficiente. Afirmaciones cuando menos controvertidas.

Ethereum

Es una plataforma digital que adopta la tecnología de cadena de bloques pero su vocación es expandir su uso a una gran variedad de aplicaciones. Ether es su criptomoneda nativa. Fue creada en 2015 por el programador Vitalik Buterin, con la perspectiva de crear un instrumento para aplicaciones descentralizadas y colaborativas.

Hyperledger Project

Se trata de una iniciativa colaborativa administrada por la Fundación Linux, cuya meta es la creación y desarrollo de cadenas de bloques diseñadas especialmente para cubrir necesidades empresariales. Entre sus miembros figuran compañías como IBM, Intel, Cisco o Accenture.

Smart Contract

En castellano se traduce como «contrato inteligente». Es un programa que tiene la capacidad de ejecutar acuerdos que se hayan determinado previamente entre dos o más partes. Funciona dentro de una cadena de bloques como Ethereum. Los impulsores de esta última han hecho un gran esfuerzo para introducir estos contratos inteligentes que multiplican de manera muy sustancial las posibilidades de aplicación de esta tecnología.

Al estar dentro de una cadena de bloques, las transacciones que se realizan mediante contratos inteligentes son públicas y a la vez seguras. La existencia de estos contratos permitió el desarrollo y crecimiento de espacios llamados DeFi.

DeFi

Este término es una abreviatura de ‘Decentralized Finance’, algo así como finanzas descentralizadas. En el 2020 las finanzas descentralizadas tuvieron un boom, llegando a superar los 9.500 millones de dólares en las distintas aplicaciones descentralizadas (dApps). Estas aplicaciones, en su mayoría, están construidas sobre la red de Ethereum.

El propósito de DeFi es crear un sistema financiero accesible para todos, sin la necesidad de tener a los bancos como intermediarios. En este sistema las personas pueden pedir préstamos en criptomonedas o emitir acciones o deuda para financiar sus proyectos. En definitiva, permite realizar operaciones financieras sin tener que acudir a un intermediario, lo que ha dado lugar a que proliferen discursos que especulan sobre las posibilidades de superar el capitalismo gracias a este tipo de herramientas. Unos relatos que carece de fundamento, ya que las herramientas ni han sido ni son la base de los cambios sociales.

dApp

Aplicación Descentralizada. Generalmente este término apunta a una aplicación que no es manejada por ninguna persona u organización y cuyo funcionamiento está basado en un contrato inteligente.

Wallet

Su traducción literal es billetera o cartera. Al igual que su versión material y mundana, las carteras en el mundo de las criptomonedas permiten almacenar monedas. Una wallet es un programa que almacena las claves públicas y privadas, por medio de las cuales se pueden enviar o recibir las monedas digitales, ya sean bitcoin, ethereum u otras criptomonedas. Cada plataforma tiene sus propios formatos, donde los interesados deben crear una cartera distinta para cada criptomoneda que utilicen.