El Fondo ha empeorado sus pronósticos de finales de julio, que situaban el déficit público del Estado español en un 6,3% del PIB para 2012 (siete décimas menos que ahora) y un 4,7% para 2013 (un punto porcentual menos).
El organismo internacional destaca los «esfuerzos de consolidación» realizados por el Gobierno español, que tienen como objetivo un ajuste de cerca del 4% del PIB durante 2012 y 2013, «a través de una combinación de aumento de impuestos indirectos (incluido el IVA) y recortes en las nóminas públicas» y en desempleo.
«No obstante, los datos preliminares de la primera mitad del 2012 muestran pocos avances en la consolidación fiscal», destaca el organismo en su informe presupuestario.
«Aunque las significativas medidas fiscales empezarán a surtir efecto en la segunda mitad del año, el riesgo de no lograr el déficit del 6,3% del PIB previsto ha aumentado», añade.
El Fondo reseña que pese a desviarse del objetivo el margen es relativamente pequeño si se tienen en cuenta los resultados obtenidos.
El organismo destaca, en ese sentido, las reformas del sistema de pensiones, con la elevación de la edad de jubilación y los cambios en el sistema de salud como elementos positivos de cara al reequilibrio de las cuentas públicas españolas.
El informe presupuestario del FMI recuerda que «tal y como señala la historia, restaurar la sostenibilidad presupuestaria será un camino largo y arduo para la mayoría de las economías avanzadas».
Por ello, recomienda que para «mantener los esfuerzos de ajuste a largo plazo es necesario un paquete de medidas que mezclen flexibilidad y credibilidad, limiten los efectos sociales adversos, e impulsen el empleo a través de políticas tributarias y de gasto apropiadas».
«Progresos» a nivel global
A nivel global, el FMI ha destacado los «progresos» en el ritmo de reducción de los déficit fiscales en las denominadas economías avanzadas, que se ha situado en el 5,9% en 2012 y el 4,9% en 2013, respectivamente, pero ha advertido sobre los riesgos fiscales a medio plazo de Japón y EEUU.
«Pese a los notables progresos en el restablecimiento de la sostenibilidad de las finanzas públicas, las vulnerabilidades siguen siendo elevadas», explica el Fondo.
Según Mario Cottarelli, responsable de asuntos fiscales del FMI, en cualquier caso los déficits «no se están reduciendo lo suficiente para detener el aumento de la deuda pública».