En una entrevista en Onda Vasca, Urkullu ha asegurado que tras las conversaciones con el resto de formaciones, su partido ha decidido conformar un Ejecutivo en minoría «que va a exigir mucha negociación y diálogo».

Además, ha confirmado que va a realizar «un adelgazamiento y una reestructuración» respecto al actual Gobierno, más acorde con la situación económica.

Urkullu ha afirmado que la reunión del Consejo Vasco de Finanzas del pasado 23 de octubre permitió conocer, «por fin», la «extrema gravedad» de los datos sobre la bajada de la recaudación de 2012 y se adelantaron las previsiones para el próximo ejercicio.

Así, ahora se ha confirmado «que hay 1.230 millones menos para gasto» por parte del próximo Gobierno de Lakua que le va a tocar liderar y que se ha confirmado que la previsión 2013 «es mala».

Según ha augurado, el próximo Ejecutivo de Lakua va a tener «dificultades» en los dos próximos ejercicios que serán «muy malos», pero ha confiado en que «a partir del ecuador de la legislatura» comience «otro tiempo» y la economía entonces «se haya relanzado».

Líneas rojas

Urkullu ha aclarado que «la política de austeridad» que aplique el PNV «tendrá unas líneas rojas en las políticas sociales» para «garantizar los servicios públicos de calidad y las pensiones».

Sobre la normalización política, Urkullu ha considerado que el Parlamento de Gasteiz debe ser «el foro de diálogo» para «profundizar en la convivencia normalizada» dado que, tras las últimas elecciones, en él están presentes «todas las sensibilidades políticas».

Ha recordado que los partidos hicieron «un esfuerzo» para rubricar la Declaración de Aiete pero hoy hay «otra circunstancia» y «se está poniendo el énfasis» en cosas que «no son prioritarias», ha opinado.

En ese sentido, el líder jeltzale se ha referido a la izquierda abertzale para emplazarle a «una reflexión crítica del pasado y el reconocimiento del daño causado» de cara a «dejar a un lado las reivindicaciones políticas» durante el proceso.

Así, ha manifestado su malestar por la filtración de los encuentros que en los próximos días mantendrán los partidos vascos con los promotores de la Conferencia de Aiete.

Urkullu ha considerado que otras formaciones están usando este asunto «con fines partidistas, en una estrategia de publicidad» y ha abogado por mantener la discreción en este asunto y derivar ese diálogo al Parlamento.