En la rueda de prensa celebrada tras el Consejo de Gobierno, Erkoreka ha señalado que, en este momento, el asunto está «en manos del juez», por lo que, según ha considerado, «lo que procede es colaborar activamente con el juez, sin interferencias ajenas y sin ejercer presión sobre el juez, para que la resolución del asunto se produzca lo antes posible y de la manera más clara posible».

El portavoz del Ejecutivo autonómico ha insistido, tras la publicacion en NAIZ y en GARA de las comunicaciones de la Ertzaintza de la noche en que Cabacas fue herido de muerte, en que «lo mejor es abstenerse de hacer presión en la labor judicial» para que el juez «pueda determinar los hechos y concretar las responsabilidades que se deriven de los mismos, sin ninguna injerencia ni presión de ningun tipo y, además, contando con la colaboración activa y efectiva del Departamento de Seguridad».

En ese sentido, ha señalado que la Consejería de Seguridad ha habilitado a cinco personas para prestar al juez «toda la colaboración» y ha añadido que, «cuando el juez se pronuncie sobre el asunto, si efectivamente de la concreción de los hechos y de la determinación de las responsabilidades que determine el juez se derivan consecuencias que pueden servir de base para el inicio de un expediente disciplinario interno, se pondrá en marcha con todo el rigor y con toda la contundencia necesarias».

«Así lo comprometió ayer en sus declaraciones la consejera de Seguridad y así lo ha confirmado hoy mismo el consejo de Gobierno con claridad y rotundidad», ha subrayado.

Tras insistir en que «lo mejor en este caso es dejar que el juez trabaje y que cumpla su labor, con la ayuda y apoyo que le presta el Departamento y el que pueden prestarle todos los testigos que estén por la labor de que resplandezca la verdad», Erkoreka ha advertido de que «las injerencias en la labor judicial o las presiones a lo jueces no solamente las puede protagonizar un gobierno, sino que se pueden ejercer presiones de muy diferentes maneras, entre otras cosas, creando un determinado estado de opinión que pueda ejercer presión sobre quien tiene que tomar la decisión final».

Por todo ello, ha reiterado que «lo mejor es colaborar con el juez, responder a toda solicitud de información que recabe puntual y escrupulosamente sin regatear informes o aportaciones, abstenerse de hace presión o de protagonizar injerencias en la labor judicial y mostrar, como hace este Gobierno, su disposición a que, una vez el juez se pronuncie, se puedan poner en marcha los mecanismos administrativos de carácter interno con todo el rigor y contundencia que sea necesario».