La protesta tiene lugar en «un momento crítico en el embalse porque están desembalsando para regar el agua que estaba sujetando la ladera, lo que hace que ésta se sujete menos», según ha indicado a Efe Iker Aramendia, uno de los portavoces del colectivo.

Con esta iniciativa, que según ha dicho está teniendo una buena respuesta pese a que las fechas no son la mejores, quieren «denunciar que la ladera puede dejar de ser sujetada en parte por el descenso del agua, pero al mismo tiempo hay agua suficiente para si ocurre algo aguas abajo pueda producirse una catástrofe».

En este sentido ha remarcado que no ha sido tenida en cuenta la petición de desembalse cautelar solicitada por los vecinos y los Ayuntamientos de la zona.

Precisamente una de las actividades convocadas por los promotores de la acampada para este fin de semana es un encuentro con vecinos de las poblaciones afectadas, al que han asistido varias decenas de personas.

Han participado «vecinos de casi todos los pueblos», ha apuntado, tras lo que ha precisado que «cada pueblo tiene su particularidad, Yesa tiene un problema muy serio con la ladera en la que están las viviendas. los pueblos de aguas abajo están en una situación de gravedad que es hipotética pero que es mucho más probable de lo que debería ser y aguas arriba la problemática es diferente».

«El problema es diferente pero el origen es el mismo», ha sostenido, tras lo que ha incidido en la importancia de intercambiar opiniones y consensuar posturas ante una obra que ha calificado como «un despropósito, una locura».