Si finalmente EEUU decide atacar a Siria, Gran Bretaña no participará en esa intervención. El Parlamento británico rechazó ayer por la noche la moción en defensa de la intervención militar, lo hizo por tan solo 13 votos (272 a favor, 285 en contra), después de que varios conservadores uniesen sus votos con los laboristas. Tras la votación el primer ministro David Cameron aseguró que le quedaba claro que «el Parlamento, reflejando la voluntad popular, no quiere ver al Ejército británico en acción. Lo entiendo y actuaré en consecuencia».

Cameron reiteró, sin embargo, su «convicción» de que el ataque del pasado 21 de agosto fue químico, y que su responsable fue el Gobierno sirio. Dijo apoyarse no solo en los informes de sus servicios de inteligencia, sino que también en los vídeos difundidos a través de Youtube; material audiovisual que no da ninguna pista sobre la autoría del ataque.

El ministro de Defensa, Philip Hammond, también ratificó la nueva posición británica pero afirmó que a su parecer la ausencia británica no detendrá la acción militar.

Queda, todavía, la posibilidad de que Gran Bretaña se una a un eventual ataque en siria. El líder del Partido Laborista, Ed Miliband, criticó el argumentario expresado hasta el momento por Cameron pero no descartó un apoyo posterior. Durante los próximos días se conocerá el informe de la ONU y la semana que viene la Cámara de los Comunes volverá a pronunciarse sobre una posible intervención.

La prena británica ha resaltado el «fracaso» que supone la decisión del Parlamento para Cameron, basta con dar un vistazo a las portadas: