La derrota del Villarreal en casa ponía en bandeja a los bilbainos la oportunidad de encaramarse a puestos de Champions. Pero para ello tenía que derrotar a un recién ascendido Elche que esta noche ha demostrado por qué transita en la zona templada de la tabla.
Los franjiverdes han dado su primer golpe en el minuto 9, cuando Lombán ha exhibido su potencia física cabeceando un corner a las mallas de Iago Herrerín, titular por lesión de Iraizoz.
El Athletic ha sido una versión desmejorada de sí mismo hasta el descanso, y para mayor castigo ha visto como un barullo en su área, nada más comenzar la segunda parte, era aprovechado por Aarón para anotar el segundo al cazar un balón suelto.
Sin nada que perder, los rojiblancos han tocado a rebato. En el minuto 55, Muniain ha centrado un balón al segundo palo, donde ha aparecido Susaeta para engancharla de primera y recortar distancias.
Como suele suceder, sin ir más lejos la víspera en Valladolid, el que venía de atrás se ha crecido y el que iba por delante ha comenzado a temblar. Valverde ha quemado naves, ha sacado a Aduriz para jugar con dos nueves –Toquero ha sido titular– y la jugada le ha salido redonda cuando el donostiarra ha empatado de cabeza a falta de veinte minutos.
Los rojiblancos han continuado con su operación de acoso y derribo, a riesgo de recibir algún contraataque ilicitano, pero el marcador no se ha vuelto a mover.
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