Espadaler ha explicado, en una comparecencia ante los medios, que se trata de un caso «excepcional» que no tiene nada que ver con «el proceso de detención y de custodia» del fallecido. «Con la información que disponemos, todo indica que la muerte de esta persona no es consecuencia de la actuación policial durante su detención, ni de su custodia en el edificio policial», ha asegurado el titular de Interior, quien ha querido subrayar que facilitarán «toda la información necesaria requerida por el juez».

El conseller ha indicado que, ayer por la mañana, hacia las 12.40, agentes de los Mossos d'Esquadra detuvieron a un hombre de 33 años, vecino de Barcelona, como presunto autor de un hurto. Tras la detención, el hombre manifestó la necesidad de ser visitado por un médico, y los agentes le trasladaron al centro sanitario Pere Camps, donde, después de atenderle, le dieron el alta hacia las dos del mediodía.

Por la tarde, según el relato de los hechos ofrecido por Espadaler, hacia las 20.00, cuando la abogada de oficio le iba a tomar declaración, los Mossos comprobaron que sus constantes vitales estaban bajas y avisaron a los servicios de emergencia del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), que decidieron trasladar al detenido al Hospital Clínic de Barcelona.

Hacia las 23.40, el enfermo recibió el alta médica y fue trasladado de nuevo a la comisaría de Les Corts, donde entró «por su propio pie». Hoy, hacia las siete de la mañana, cuando un agente le iba a suministrar la medicación prescrita por los doctores, ha encontrado al detenido muerto.

Los Mossos han avisado del suceso al juzgado de guardia, por lo que una comitiva judicial se ha desplazado a la comisaría y el juez ha abierto las diligencias para esclarecer el caso. Espadaler ha señalado que, por el momento, se desconocen las causas de la muerte, y ha asegurado que tampoco disponen de información sobre el estado de salud del detenido y de las dolencias que pudiera padecer.

Cabe recordar que la actuación de los Mossos d'Esquadra está en entredicho durante las últimas semanas tras la imputación de ocho agentes debido a la muerte de un hombre en el barrio barcelonés de El Raval.