Se esperaba que la tensión imperase en el último pleno parlamentario de Catalunya iniciado hoy, con la aprobación definitiva de los presupuestos por parte de CiU y ERC, una vez logrado el acuerdo sobre la fecha y la pregunta de la consulta. Han sido PP y Ciutadans, sin embargo, los encargados de quitar peso al pleno, ya que la impugnación de las cuentas de 2014 al Consell de Garanties Estatutaries obliga a retrasar el debate y la votación hasta que el organismo emita su dictamen, para lo que tiene un plazo de 30 días.

Tal y como anunció ayer, el PP ha realizado la impugnación esta mañana, al considerar que los presupuestos incurren en varias faltas anticonstitucionales. Entre ellas, los unionistas destacan la partida de cerca de 5 millones de euros destinada «procesos electorales y consultas populares», algo que denuncian que servirá para pagar una consulta que consideran anticonstitucional.

Solo Ciutadans ha puesto su firma también a la impugnación, frente a las críticas del resto de grupos, tanto de los que apoyan los presupuestos -CiU y ERC- como de los que se oponen tajantemente -CUP, ICV-EUiA y PSC-, ya que consideran que la impugnación solo servirá para retrasar un mes una aprobación segura de las cuentas, impidiendo de esta manera recaudar durante el mes de enero los ingresos por algunas de las nuevas tasas incluidas para 2014.

Pleno tranquilo

Retirado el debate de los presupuestos del orden del día, el pleno se ha convertido en un paseíllo para el Govern y el president, al que ni siquiera se ha conseguido inquietar en la sesión de control. PP y Ciutadans han cargado, como cabía esperar, contra el acuerdo de la consulta y la líder de los populares, Alicia Sánchez-Cámacho, ha advertido al president, Artur Mas, que si no acata la decisión del Congreso sobre el traspaso de la competencia para convocar referéndums -que previsiblemente rechazará- se situará «fuera de la democracia». «¿La mayoría del Parlament sirve pero la del Congreso no?» ha preguntado Sánchez-Camacho, añadiendo que «esto no es ni Venezuela ni Bolivia».

Con serenidad, Mas -que también ha señalado que no avanzará las elecciones- le ha recomendado que utilice las vacaciones de Navidad para pensar y «volver al espíritu de la negociación, que es lo que hacen los países civilizados». Con mayor solemnidad, ha concluido su intervención recordando que «si las leyes fuesen solo leyes, las mujeres no votarían y los esclavos seguirían siendo esclavos».

La sesión de control también ha servido para reflejar, por enésima vez, la sintonía entre Mas y el líder de ERC, Oriol Junqueras, así como para constatar las tensiones internas del PSC, cuyo primer secretario, Pere Navarro, ha preferido pasar de puntillas por el acuerdo sobre la consulta y centrar su intervención en la crisis. Por su parte, CUP e ICV-EUiA, firmantes también del acuerdo sobre la consulta, han cargado contra unos presupuestos que «no explican qué se va a vender y cómo para conseguir 2.000 millones de euros», en palabras del diputado independentista Quim Arrufat.