El Departamento de Seguridad del Gobierno de Lakua ha respondido al Parlamento que el joven detenido el pasado 8 de enero en Bilbo que presentaba un fuerte y visible golpe en la cabeza no recibió el porrazo de un ertzaina, sino que, tras intentar agredir a un agente, cayó «al suelo golpeándose, presuntamente, en la cabeza con el lateral de un vehículo estacionado en el lugar y contra el propio suelo».

Sin embargo, según ha sabido este diario, el juez encargado del caso suspendió la pasada semana la comparecencia de dos agentes de la Ertzaintza que habían sido citados como testigos, porque tiene intención de cambiar su situación procesal e interrogarlos como imputados.

El 8 de enero, mientras la Guardia Civil procedía a la redada contra los mediadores del EPPK, en el exterior de donde de producían los registros se fue concentrando gente de manera espontánea para protestar. En una de estas concentraciones, en Bilbo, fue arrestado este joven, que presentaba un fuerte golpe en la cabeza.

Según su denuncia, acompañada por la versión de testigos, fue golpeado por la Ertzaintza con una porra. El médico que le atendió tras su paso por comisaría y por el juzgado indicó que las lesión que presentaba era compatible con haber recibido un porrazo.

Por contra, el Departamento de Seguridad se atiene en su respuesta a la diligencia policial, que indica que un grupo de unas 140 personas se manifestaron contra el operativo y que, cuando la Ertzaintza les indicó «por tercera vez» que no cortaran la carretera, los agentes fueron «recibidos con insultos» y patadas. Sostienen que un manifestante golpeó a un ertzaina en el hombro y brazo izquierdo con el casco de moto que portaba, «causándole lesiones de las que fue atendido con posterioridad». Según la versión oficial, «dicha persona vuelve a intentar golpear con el casco» al ertzaina «cayendo al suelo y golpeándose, presuntamente, en la cabeza con el lateral de un vehículo estacionado en el lugar y contra el propio suelo».

Investigación interna

El Departamento de Seguridad afirma que, para esclarecer los hechos, se abrió una investigación interna de la que no ofrece ningún dato ni conclusión, salvo que esa información ha sido remitida ya al juzgado correspondiente. Según la respuesta parlamentaria, el juzgado no ha impuesto medias cautelares ni preventivas contra ninguna de las partes, lo que puede cambiar pronto si, finalmente, se confirma la imputación de dos ertzainas.

Por su parte, el joven detenido está acusado de un delito de atentado y desobediencia grave, y de una falta de injurias a un agente de la autoridad.