El campeón de Italia, del equipo Astana, se ha impuesto con dos segundos de ventaja por delante del belga Greg van Avermaet y de polaco Michal Kwiatkowski, con lo que ha logrado su primera victoria en el Tour de Francia.

La segunda etapa, con nueve cotas puntuables, ha servido para comprobar las primeras pugnas entre los favoritos para la general.

Sobre todo en el último ascenso, la tachuela de cuarta categoría de Jernkin Road, apenas 800 metros con un descenso medio del 10,8 % pero con rampas de hasta el doble, cuya cima estaba situada a cinco kilómetros para el final.

Ahí ha atacado primero Contador, luego el británico Chris Froome, defensor del título, aunque ninguno ha logrado abrir hueco.

En el descenso ha sido Nibali quien ha aprovechado el desconcierto general para poner sobre la mesa sus dotes de bajador y abrir hueco.

Entre los favoritos no han sabido reaccionar, sin compañeros de equipos, apenas han podido ir a la estela del italiano.

La reacción final de Van Avermaet no ha sido suficiente para alcanzar al transalpino, que ha levantado los brazos y se ha marcado la bandera italiana que figura en su maillot y que le designa como campeón de su país.

A la victoria de etapa se ha sumado la recompensa del maillot amarillo, que ha perdido el sprinter alemán Marcel Kittel, ganador en Harrogate de la primera etapa pero que no ha seguido el ritmo de los ganadores desde el puerto de Holme Moss, de segunda categoría, el más duro del día.