Los colectivos Sos Racismo Araba, Ongi Etorri y Atawasol Vasco-magrebí, junto a vecinos de Gasteiz a título individual, han comparecido este lunes para criticar las reiteradas declaraciones del alcalde, Javier Maroto, en las que ha acusado a algunos colectivos de inmigrantes –argelinos y marroquíes– de vivir «principalmente de las ayudas sociales», ya que «no tienen ningún interés en trabajar o integrarse».
En la rueda de prensa se ha recordado que estas personas «son ciudadanos y ciudadanas en pleno uso de sus derechos de ciudadanía, con su tabla de derechos y de obligaciones», y que además los discursos «amenazadores y faltos de rigor» del primer edil han sido «desmontados por la práctica totalidad del abanico social y político».
Por ello, han exigido a Maroto que se retracte y «pida perdón de forma pública» a los afectados. En caso contrario, han anunciado que instarán a los grupos municipales del Ayuntamiento de Gasteiz a «declarar persona non-grata» al alcalde.
Fede García, portavoz de Sos Racismo Araba, ha pedido a los grupos políticos que se sumen a la denuncia presentada ante la Fiscalía de Araba y que ya ha sido remitida al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), y ha indicado que se solicitará al Parlamento de Gasteiz –donde Maroto ocupa un escaño– una declaración de reprobación.
PSE: «La derecha más extremista»
El parlamentario del PP Carmelo Barrio ha mostrado este lunes su apoyo a su compañero de bancada y ha defendido que «no se puede decir nada negativo» de lo afirmado por el alcalde de Gasteiz.
La portavoz del PSE-EE en las Juntas Generales de Araba, Cristina González,ha opinado que Maroto solo pretende «encubrir los fracasos de su gestión» y los «recortes» practicados tanto por su gabinete como por el Gobierno de Madrid.
En este sentido, ha considerado que el alcalde espera ocultar así medidas como el «despilfarro» en las obras de la Avenida de Gasteiz y del «jardín vertical» incluido en las mismas, así como su «falta de capacidad para poner en marcha la recogida neumática de basuras en Salburua, la paralización de la recuperación del Casco Medieval» o la falta de resultados de su política de empleo.
«Todo eso se ha quedado en agua de borrajas y, ahora, pretende crear polémicas ficticias estigmatizando a una serie de personas y manipulando datos. Su carácter racista es algo bastante lógico en la derecha, sobre todo en la derecha más extremista», ha sentenciado González.