El portavoz del PNV, Joseba Egibar, ha sido el único en elogiar la intervención de Iñigo Urkullu, ya que ha encontrado su discurso «realista, sereno, valiente y comprometido con los problemas de la sociedad vasca».

El portavoz de EH Bildu, Unai Urruzuno ha criticado la «clara falta de liderazgo» mostrada por el lehendakari y ha comparado su intervención con el «descargo de un gerente de empresa».

Ha lamentado que Urkullu no haya estado a la altura de «verdaderos estadistas» como el presidente de la Generalitat, Artur Mas, o el ministro principal escocés Alex Salmond, y que se haya conformado con «jugar a la pequeña».

Asimismo, ha reprochado a Urkullu que busque el acuerdo con el Estado y «no con la sociedad de Euskal Herria» y le ha recriminado que haya hecho un ejercicio de «despotismo ilustrado».

El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, ha lamentado que el lehendakari haya perdido una oportunidad para decir qué piensa hacer para solucionar los «problemas reales» de los ciudadanos.

Pastor, que ha calificado el discurso de Urkullu ha sido «vago e inconcreto», ha tachado de «clamorosa la ausencia de cualquier atisbo de autocrítica» en su gestión.

También ha echado en falta una mayor concreción en el modelo de profundización del autogobierno que proponen el lehendakari y el PNV, y se ha preguntado si las referencias a su actualización a través de la disposición constitucional sobre los derechos históricos es un «guiño» a la propuesta que en materia de definición del modelo de Estado hace el PSOE.

El portavoz del PP, Borja Sémper, ha calificado el discurso de «plano y decepcionante» porque el lehendakari continúa en «su política de eufemismos» y no deja claro si aboga o no por la independencia.

Sobre su propuesta de actualizar el sistema de servicios sociales, Sémper ha respaldado que este sistema no debe «cuestionarse, sino reforzarse» y ha dicho que está «encantado» de que el lehendakari abogue por revisarlo.

Gorka Maneiro (UPyD) ha criticado que Urkullu esté al frente de un Gobierno que «no resuelve los problemas de los ciudadanos» y les quiere «meter en más problemas».