Pablo CABEZA BILBO
Entrevue
BRUNO DOLHEGUY
CANTANTE Y GUITARRISTA DE KILLERS

«El euskera no fue mi lengua natal, pero aprendí. Lo hablo y entiendo»

Killers es una formación vasca con residencia en Bardoze, Lapurdi. Tras Ángeles del Infierno (Lasarte-Oria, 1976) es la banda de jevi metal más veterana de Euskal Herria. Es, además, la más prolífica, ya que cuenta con veinte referencias, muy por encima de los guipuzcoanos. Su doble en directo «Six pieds sur scène», editado este año, muestra a un espectacular y contundente grupo de heavy metal clásico.

Bruno Dolheguy nace en Baiona en 1963, aunque pronto la familia se traslada a Bardoze, un pequeño pueblo de Lapurdi de menos de 2.000 habitantes. Su hermano mayor es aficionado al rock, por lo que pronto comienza a escuchar los primeros acordes encrespados. No obstante, a sus amigos también les va el rock, así que el entorno termina por guiar sus pasos hacia el rock primero y el heavy metal después.

En un granero de Bardoze unos jovenzuelos comienzan a perfilar sus primeras versiones allá por 1979. Se atreven hasta con el «Child in time» de Deep Purple. A primeros de la década de los ochenta ya cuentan con un repertorio como para dar conciertos. Todo versiones de rock y hard-rock. Poco a poco los sonidos de AC/DC, Judas Priest, Motörhead, Saxon, Trust, Scorpions, Accept, y muchos más, van guiando su sonido.Tras unos cambios de formación, el grupo decide llamarse Killers (1982) y tocar solo composiciones propias. Patrice LeCalvez, el cantante y Bruno Dolheguy se conocen por jugar en el mismo equipo de Rugby del pueblo, el resto van llegando por diferentes caminos. «Fils de la Hiena» es su álbum debut, 1985, con él inician una época de éxito que perdura hasta el presente.

Por el camino han dejado cerca de veinte referencias, convirtiéndoles en el grupo vasco más prolífico de la historia y con gran pegada en Europa. La contrariedad es que en Hego Euskal Herria solo han tocado una vez, el 13 de diciembre de 2008 en Azpeitia. El hecho es anómalo y aunque solo tocan los sábados, por cuestiones de trabajo, alguien tiene que animarse a contratarles para festivales o fiestas, su repertorio es impecable y los seguidores del rock y el heavy metal van a disfrutar con un grupo aguerrido, con sentido de la canción y mucha pegada.

Su Ta Gar es una referencia indispensable para entender también a Killers, quienes aplican a sus discos (todos reeditados) una política de precios espectacular, ya que sus cedés basculan entre los cuatro euros y los 12 del doble directo actual «Six pieds sur scene». Todo consultable en la web http://killers.perso.sfr.fr. En la actualidad Killers es un trío, cuarteto cuando hay presupuesto formado por Bruno Dolheguy, Thierry Andrieu, guitarra y coros y Patrick Oliver al bajo. Por la banda han pasado más de una quincena de miembros, aunque el trío actual lleva un decenio unido.

«Fils de la haine» se publica en 1985 en el sello Devil's Records, ¿de dónde era el sello, por qué les contrata?

Grabamos varias canciones con un magnetófono de cuatro pistas y las enviamos a varias revistas y discográficas de París. Una semana después Madrigal (un sello de peso) se puso en contacto con nosotros para proponernos grabar nuestro primer álbum con su subsello de metal, Devil's Records. La muestra de canciones les motivó lo suficiente.

Incluso aparece una crítica del disco en la revista más importante del meta, la «Kerrang!» británica.

Sí, es cierto, pero también hubo críticas en otras muchas revistas, incluso de Japón, como «Burn».

Vuestro segundo disco, «Danger de vie» os lo graba en París Laurent Thibaul, quien había grabado discos de David Bowie, Iggy pop... ¿Cómo fue posible?

Después de la salida de nuestro primer álbum, conocimos a Jean Paul Godest en el famoso France Festival que se celebró en Choisy le Roi en julio de 1985. Estaba también el patrón de una empresa que le hacía la serigrafía sobre t-shirts en París. Él conocía a Laurent y todos nos pusimos de acuerdo sin problemas. Es en este momento Jean Paul creo su discográfica Sydney Productions, con quien editamos.

¿Qué ventas tenían por esta época?

Entre los 12.000 y los 15.000 ejemplares.

Un poco antes del debut ganan un concurso de rock en Baiona, ¿fue importante?

Fue en marzo de 1984. No lo olvido, el público y el ambiente fueron excelentes. Era nuestro primer concierto únicamente con canciones propias. Estuvimos a punto de publicar un 45 rpm, pero decidimos esperar un poco más y lanzar el elepé en 1985.

Muchas canciones cuentan con una batería a toda pastilla, no tan frecuenta en el metal de la ápoca.

Siempre me gustó el punk, pero es que por esos tiempos estaban discos y bandas Metallica y su voraz «Kill em all», Slayer y «Show no mercy» y Anthrax, bandas que nos inspiraron mucho. Después también lo hicieron discos como «Walls of Jericho», de Helloween.

En su sexto disco, «Cités interdites», pasa a tocar guitarra rítmica y a ser el vocalista del grupo, ¿qué sucede?

Sí, fue con ese disco en 1992. El cantante precedente dejó la actividad musical en 1989. Buscamos a un nuevo cantante durante un año. Yo ya tenía un buen número de canciones y letras compuestas. No lográbamos dar con nadie que nos convenciese a todos. También me cansé de explicarles las letras a los cantantes eventuales. Así que el resto del grupo me propuso que lo hiciera yo. Estuve dudando durante días, pero al final tomé la decisión y hasta hoy.

¿Por cuántas discográficas han pasado a lo largo de los años y cada una con sus pros y sus contras?

El primer álbum en Madrigal/ Devil' s Records. El segundo, cuarto y quinto en Musidisc/ Sydney Productions. El tercero en CBS/Dream Récords. Luego sacamos el sexto autoproducido. Vimos que gestionar todo nos complicaba la vida, así que sacamos casi todos nuestros álbumes siguientes en Brennus Music, pero siempre vendiéndolos también por nuestros propios medios. En 2008 Brennus se quejó de que vendíamos nuestros discos a precios demasiado bajos. Esto me enervó y decidí parar la venta de nuestros discos por el circuito de distribución tradicional y volvimos a ser libres e independientes.

En 2000 se publica «Mauvaises graines», aquí hay una versión de un tema de Gorka Knorr, «Azken agurraren negarra» y también en euskara «Ametsetan», con letra de su hermano y música de AC/DC.

«Ametsetan» es una versión de la canción de AC/DC «Walk all over you», de «Highway to hel». Recuerdo una primera versión de Delirium Tremens, un grupo al que apreciábamos mucho. En el caso de Gorka Knörr, conozco su música desde su primer álbum de 1975. Hasta organizamos un Kantaldi en el liceo ene l que participó.

También cantan en euskara «Arrantzale», del grupo de Iparralde Guk, y «Madarikatua».

«Madarikatua» es un texto que escribió Ladix, profesor de de AEK en Bayona. En nuestros primeros discos esto no era posible porque nuestro cantante no hablaba euskera. Nunca olvidé ese texto y en 2002 le puse música para el disco «Habemus metal». «Arrantzale» es una canción del grupo Guk, sí. Aprecié mucho sus canciones y su sentido militante. Mi país es Euskal Herria. Nací y vivo en él. Soy de una zona fronteriza, mi padre hablaba euskera y mi madre no. El euskera no fue mi lengua natal, pero aprendí. No puedo escribir como desearía, pero lo hablo y lo entiendo, aunque me falte soltura.

«Killing games» es un disco dedicado al mercado anglófono, pero también incluyen de nuevo «Azken agurraren negarra» y veo que le dan las gracias a músicos como Niko Etxart, Anje Duhalde y Txomin Dolheguy.

Txomin es mi hijo, acaba de cumplir quince años. Aprecio a Niko Etxart y a Anje Duhalde desde sus primeros días. Escuché el primer disco de Errobi hasta aprendérmelo de memoria. Igual para Niko Etxart. No llegué a conocerlos personalmente, pero tengo gran respeto por su obra.

Suele usar una guitarra en V con la ikurriña serigrafiada en la caja.

Hace ya casi veinte años que la tengo. Es un Jackson King V.

Han publicado recientemente un doble en directo, aunque en dos cedés independientes, Imido es el nombre que le dan a la batería, pero es programación y está programada tan bien que ni se percibe que no hay un humano detrás y dudas del directo.

Desde «Imido», tocamos en directo con nuestras programaciones de batería, por eso escuchas que la batería suena tan bien, pero el disco es en directo, no lo dudes. Se trata de lo mejor de tres conciertos que se celebraron el pasado marzo en Normandía, en Charente y en Bardoze en el Xarnegu eguna. Si nos vieras en directo, te percatarías de que no hay ningún problema para tocar así. Buscamos a un batería que pueda tocar rápido y fácilmente con doble bombo, pero no es fácil en Iparralde. Para ocasiones especiales como el festival Hellfest en el que tocamos hace unos meses tocamos con un excelente batería, pero desgraciadamente vive muy lejos de aquí.

«Imido» es también el nombre de uno de sus discos, el bautizo de esa caja de programaciones y término relacionado con el mus. Incluyen «Txoria txori».

Nosotros jugamos al mus desde siempre, nos gusta mucho. -Txoria txori-, me gusta mucho desde siempre, pero no solo esta canción. Mikel Laboa es un inmenso artista en el seno de la cultura vasca. El 2008 tocamos en Azpeitia con Ángelus Apatrida en un concierto organizado por Legen Beltza. Mikel Laboa falleció el 1 de diciembre y el bolo fue el 13, había que rendirle homenaje y la tocamos en directo. También había que grabarla.