Una convocatoria interna de trabajo ha despertado la alarma. La Policía española busca para su Unidad de Asuntos Internos (dedicada en principio a investigar a policías del mismo cuerpo) agentes con «conocimientos y/o experiencia» en la investigación de casos de «crimen organizado, delincuencia económica y fiscal, blanqueo de capitales, etc». También puntúan el haber trabajado en grupos de investigación y el conocimiento de las «lenguas cooficiales de España», un requisito nada habitual en convocatorias de este tipo, sobre todo teniendo en cuenta que, a la hora de investigar a otros policías, de poco servirá conocer otra lengua que no sea el castellano.

Esta convocatoria, hecha pública hoy por el periodista Pedro Águeda en ‘Ara’ y ‘Eldiario.es’, lleva al periodista a afirmar la existencia de una unidad secreta de la Policía sobre la que se ha especulado en los últimos meses y cuyo objetivo sería «buscar indicios de corrupción vinculados a dirigentes políticos catalanes o miembros de su entorno». Así, según la información publicada, esta unidad funciona desde 2012 con agentes repartidos en dos unidades que ejercerían de tapadera: la Unidad de Asuntos Internos, y la Unidad de Planificación Estratégica y Coordinación, instancia opaca creada con la llegada de Jorge Fernández Díaz al Ministerio de Interior.

De esta manera, esta unidad usurparía las funciones atribuidas a la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) y violaría varías leyes, empezando por la de Enjuiciamiento criminal, que impide las investigaciones prospectivas. También contravendría jurisprudencia de los Tribunales Constitucional y Supremo y violaría la Ley de Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que Águeda recuerda que impone a los agentes «actuar, en el cumplimiento de sus funciones, con absoluta neutralidad política e imparcialidad».

Esta unidad estaría detrás de las diversas informaciones publicadas en los últimos años a través de medios poco ortodoxos como el supuesto informe de la UDEF que acusaba a Pujol y Mas de tener cuentas en el extranjero en plena campaña electoral catalana de 2012. Algunas de las informaciones han resultado ser ciertas, como las cuentas de Jordi Pujol en Suiza, otras están siendo investigadas por la Justicia, como las de los negocios de los hijos del expresident, y otras se han revelado inmediatamente falsas, como los supuestos depósitos bancarios del alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CiU), en Suiza.

Prudencia y críticas

El conseller de Interior, Ramon Espadaler, ha sido uno de los primeros en valorar la información a lo largo de la mañana y ha considerado que «habrá que esperar a que se confirme la información», que de ser cierta, ha calificado de «muy grave». Más tarde, el portavoz del Govern, Francesc Homs, ha pedido explicaciones a Fernández Díaz, a quien ha pedido dimitir si la información es cierta. Finalmente, el grupo de CiU en el Senado ha anunciado que reclamará la dimisión del ministro por utilizar políticamente «las cloacas del Estado».

También han criticado esta supuesta unidad secreta ERC e ICV-EUiA, que han defendido investigar la corrupción por todos los medios pero sin motivaciones políticas. De hecho los republicanos han anunciado que pedirán la comparecencia de Fernández Díaz en el Congreso de los Diputados para exigirle explicaciones. Hasta Ciutadans ha calificado de «muy grave» la información y ha pedido que se investigue.