Desde primera hora de la mañana Urepele se ha volcado en los últimos preparativos, al tiempo que el pueblo se iba llenando de gente procedente de diferentes partes de Euskal Herria. Ha habido actividades para los más pequeños, música y una comida popular en el frontón, antes de afrontar en la plaza los minutos previos al banderazo de salida.
Desde el estrado, Aline Etxeberri, de Adur Elkartea, ha lamentado que el euskara esté retrocediendo en el valle de Aldude y ha considerado que el inicio de Korrika puede suponer un empujón para la lengua vasca en esta parte de Baxe Nafarroa.
Etxeberri ha remarcado que el desarrollo económico y cultural de la comarca pasa por «no olvidar lo que somos, no olvidar nuestro idioma y nuestras costumbres», y ha recordado que algunos consideraban una locura lograr que Urepele acogiera la salida de Korrika y finalmente se ha convertido en realidad.
Laida Etxemendi y Peio Iputxa, profesores de AEK, han sido los encargados de llevar el testigo durante el primer kilómetro. A partir de ahí, otros 2.160 por delante antes de llegar a Bilbo el domingo 29. Los relevos llegan esta tarde-noche a Donibane Garazi y pasan por Maule más allá de la medianoche, para retornar hacia Lapurdi y cruzar a Nafarroa por Dantxarinea poco antes de las diez de la mañana.