GARA
BRUSELAS

La UE confía ante la Celac en el fin del embargo a Cuba

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, aseguró ayer durante la cumbre con la Celac en Bruselas que la UE está decidida a concluir la negociación de su primer acuerdo bilateral con Cuba y afirmó que espera la normalización de las relaciones entre La Habana y Washington y el fin del embargo estadounidense. El presidente pro témpore del bloque latinoamericano caribeño, Rafael Correa, volvió a levantar la voz en defensa de Cuba y Venezuela.

«Apoyamos el proceso de modernización de Cuba y estamos comprometidos con concluir nuestras negociaciones de un acuerdo de diálogo político y cooperación», señaló Donald Tusk en su discurso de inauguración de la cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que se celebra en Bruselas. En ese sentido, indicó que el bloque comunitario espera «la total normalización de las relaciones de Cuba y EEUU y el fin del embargo» impuesto a la isla hace más de cincuenta años.

Cuba y la UE negocian desde el año pasado un acuerdo de diálogo político y cooperación que otorgue un primer marco bilateral a sus relaciones y del que la cuarta ronda tendrá lugar el 15 y 16 de junio en Bruselas.

La posición de la UE con respecto al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EEUU a Cuba ha evolucionado especialmente desde que ambos países anunciaron el restablecimiento de sus relaciones.

El presidente de Ecuador y presidente pro témpore de la Celac, Rafael Correa, levantó la voz durante su intervención al inicio de la cumbre para demandar el levantamiento del bloqueo de EEUU contra Cuba, y la derogación de la orden ejecutiva de la Casa Blanca que impone sanciones a Venezuela.

«Aún queda por extirpar el inhumano e ilegal bloqueo, y la devolución del territorio ocupado de Guantánamo, uno de los rezagos de colonialismo en nuestra América», afirmó Correa, quien celebró el actual proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana, paso que destacó como «un triunfo de la dignidad y la soberanía del pueblo cubano».

En su discurso ante los representantes de los 33 países de la Celac y los 28 de la UE, reiteró el rechazo de la región a la orden ejecutiva emitida a principios de año por Barack Obama para sancionar a Venezuela, por supuestamente representar una amenaza para su seguridad nacional, argumento que calificó de «ridículo», y pidió el levantamiento de esas sanciones.

Precisamente la situación de Venezuela divide a los países latinoamericanos y caribeños y a los Veintiocho, que no han logrado aunar una posición común que se recoja en la declaración que será aprobada. Caracas y otros estados de la región insisten en que se haga referencia al decreto de EEUU, mientras desde la UE se pretende hacer mención a la situación política y económica del país.

La cumbre bienal UE-Celac pretende estrechar lazos y tener más influencia a nivel global para hacer frente a retos comunes, una vez que, como dijo Tusk, «se han ido disipando» las diferencias y ahora América Latina, el Caribe y la UE «miran al futuro». «Podemos hacer mucho por ayudarnos los unos a los otros a hacer frente a importantes desafíos a los que nos enfrentamos», dijo Tusk, quien se refirió en concreto a «reconciliar la riqueza con la igualdad, modernizar las estructuras productivas, generar empleos de calidad» y proteger el medioambiente.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, recordó que la UE es el segundo socio comercial de América Latina y el Caribe, destacó que el desarrollo de esa región americana ha permitido a 70 millones de personas salir de la pobreza, y recordó que la UE destinará casi 3.500 millones de euros para apoyar diversos programas.

La cumbre de Bruselas estuvo acompañada de protestas contra los presidentes de México, Enrique Peña Nieto, y Chile, Michelle Bachelet.

 

Enfado de Maduro con Colombia por González

El mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, instó a Colombia a dar «explicaciones claras» sobre la decisión de Bogotá de prestarle el avión presidencial al exjefe del Gobierno español Felipe González y con ese fin Caracas convocó ayer al embajador de Colombia.

Maduro sostuvo que la partida de González de Venezuela, sin poder visitar a los presos Leopoldo López y Daniel Caballos ni poder asistir a sus juicios, «fue casi una huida», e insistió en que es «el articulador de la campaña contra Venezuela en el eje Madrid-Bogotá».

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, que en diciembre dio a González la ciudadanía de su país, autorizó su traslado en un avión de su Fuerza Aérea desde Caracas a Bogotá, donde se citaron para hablar de los diálogos de paz.GARA