Maitane ALDANONDO

Tres amantes de la gastronomía abren una tienda online de productos gourmet

Amaiketako es una iniciativa empresarial que busca abrirse camino en el mercado de la venta de alimentos a través de Internet. Centrándose en el almuerzo, los socios han conformado un catálogo con productos artesanales, de cercanía y de calidad.

Amaiketako es la marca de la tienda gourmet que tres jóvenes donostiarras pusieron en marcha en junio. Detectaron que la alimentación era un mercado al alza, sobre todo los productos gourmet, y que aún había espacios por desarrollar. «Todavía está costando, pero a nosotros nos encanta este mundo. Nos parecía un mercado muy bonito, fácil de vender y que teníamos algo que aportar», recuerda José Vergarajauregi, fundador de esta sociedad limitada junto a Gabriel Benguría y Carlos Lasarte. Apostaron por el almuerzo, una comida que les gusta especialmente, y juntos intentan aprovechar sus distintos perfiles profesionales.

La idea fue de Benguría, quien pensó en Vergarajauregi por sus conocimientos de marketing online. Empezaron seleccionando los productos, labor a la que dedicaron el primer año. En junio de 2015 constituyeron la sociedad y ultimaron los detalles de la web para lanzarla en julio. En estos primeros meses, en especial en setiembre, han hecho campañas de prueba, «de boca a boca entre amigos y conocidos, porque los primeros pedidos son un poco locura: cómo hacer las cajas, si el transportista funciona bien, si hay que cambiar...», cita Vergarajauregi. Antes de lanzarse decidieron tener un tercer socio que aportara apoyo legal y mediara en las decisiones. Optaron por un abogado, Lasarte, «un amigo común que vive en Madrid y que gracias a sus contactos puede abrir mercado allí».

La mayor parte de la inversión inicial de 50.000 euros la han destinado al stock: conservas de Lodosa, bonito de Ondarroa o anchoas de Markina, entre otros. La mayoría proceden de productores que están a menos de dos horas de distancia, excepto el jamón y el lomo, que son de Guijuelo (Salamanca). Como explica el responsable, «estando en un lugar aparentemente deslocalizado, estamos en pleno centro del producto. No nos hace falta irnos muy lejos. Aquí al lado tenemos productos artesanos que se cuidan muchísimo, con denominación de origen». Los distribuyen bajo la marca Amaiketako y en envases decorados con dibujos hechos a mano. Así ocurre con los 17 productos catalogados, excepto con las patatas fritas Sarriegui «porque era imposible». Valoran incluir también productos de temporada, que dependiendo de su éxito podrían incorporarse a la oferta habitual. Hasta el momento el producto más vendido son las alcachofas.

A través de la página web Amaiketako.com venden a toda la península en menos de 24 horas. Limitan el territorio porque asumen parte del gasto de envío y no resulta rentable, aunque invitan a los compradores a consultar la viabilidad de otros casos. Hasta el momento, sus clientes son mayoritariamente de Donostia, Madrid y Bilbo, y se dirigen tanto a quienes compran puntualmente para un evento o como regalo, y a los «compradores de despensa» que compran para una temporada. De cara a la Navidad no solo están trabajando con particulares, sino que se han puesto en contacto con varias empresas para ofertarles cestas o lotes.

El objetivo para este año era darse a conocer y sacar conclusiones de cara al 2016. «Una toma de contacto, hacer números y tener claro qué productos potenciar, ajustar los precios, y si lo de las empresas es rentable, atacarlo más», explica Vergarajauregi. El balance del inicio es positivo, porque tienen clientes que repiten o han invitado a sus amigos a probar la tienda online. En palabras del empresario, «la acogida va muy bien, el producto gusta mucho y se empieza a viralizar. Ahora toca empujar de cara a las Navidades que es la época fuerte del sector».

 

Aplicar el aprendizaje del fracaso a los nuevos proyectos

Amaiketako es una iniciativa empresarial de tres socios con distintos perfiles en cuanto a formación se refiere. Sin embargo, a dos de ellos el emprendizaje no les es ajeno. Gabriel Benguría tiene experiencia trabajando por cuenta propia y José Vergarajauregi ha puesto previamente en marcha otras dos sociedades. Aunque su última iniciativa no tuvo éxito, se embarcó una vez más en la aventura. De esas experiencias ha sacado lecciones útiles. «Hay muchas cosas que, cuando has errado, sabes que tienes que arreglar. Por ejemplo, tener un tercer socio para evitar los empates en las decisiones o saber qué soportes publicitarios funcionan mejor».M.A.