El pasado día 6, la dirección confirmó al comité su intención de aplicar un ERE extintivo en la planta de Berantevilla, donde se lleva a cabo el montaje de aeroestructuras, que afectaría a unos 130 trabajadores del total (580) a partir de febrero de 2016.

Una vez abierto el período de consultas, el comité ha presentado formalmente a la dirección de la multinacional aeronáutica su rechazo a este ERE que está basado en el argumento de la pérdida de carga de trabajo de la planta.

El presidente del comité, Juan Carlos Gómez, ha explicado en declaraciones a Efe que la empresa no apoya esa teoría en ninguna documentación que lo demuestre y ha opinado que «no puede ser que un grupo empresarial que en los últimos años ha tenido 100 millones de beneficios pretenda echar a 130 personas».

Asimismo, ha denunciado que la compañía les ha «amenazado» con despedir en dos o tres años a otros 200 trabajadores de la planta de Berantevilla si no aceptan una «bajada brutal» de sus condiciones laborales.

Gómez ha acusado a la dirección de estar facilitando a los medios de comunicación datos «falsos» sobre sus salarios y ha asegurado que la media de trabajadores de la planta de Berantevilla «no supera los 26.000 euros anuales ni con mucho».

Asimismo, ha denunciado que la compañía está aplicando medidas de «coacción» y «presión» a la plantilla y ha dicho que no lo van a permitir y que piensan denunciarlo.

Ha anunciado que este jueves los trabajadores analizarán la situación en una asamblea general y estudiarán la posibilidad de aprobar un calendario de movilizaciones.

El presidente del comité ha vuelto a pedir a las instituciones que se impliquen en el conflicto laboral y que se pongan del lado de los trabajadores.

Ha recordado que la empresa ha acompañado el ERE de un plan en el que ofrece bajas incentivadas, jubilaciones y recolocaciones dentro del grupo (6 en Araba y 50 en Madrid y Toledo).

El comité ha reclamado a la compañía que aporte documentación económica sobre inversiones y producción.