En un comunicado, el Consistorio errenteriarra ha calificado de «realmente grave» el hallazgo de este dispositivo y ha anunciado que, dado que el polideportivo es municipal, adoptará las medidas que estén a su alcance para que hechos similares «no vuelvan a ocurrir».
Se trata del tercer caso registrado en los últimos meses de colocación de cámaras en vestuarios femeninos en Euskal Herria, tras el caso del polideportivo de Fadura (Getxo) y de la empresa Batz de Igorre.
A principios de enero se denunció la aparición de orificios en los vestuarios del campo de fútbol del Lagun Onak, de Azpeitia.
Además, el Ayuntamiento de Errenteria ha señalado que el pasado lunes una mujer del municipio sufrió una agresión sexista que fue denunciada posteriormente. Ante ello, ha trasladado su «más absoluto rechazo», al tiempo que ha indicado que se están realizando «las investigaciones oportunas para su esclarecimiento, poniendo a tal efecto los medios y esfuerzos que fueran necesarios».
El Consistorio ha trasladado una vez más su «rechazo a la violencia contra las mujeres» y ha abogado por «seguir trabajando tanto desde las instituciones y movimientos asociativos, como desde la ciudadanía, para que las mujeres puedan vivir libres de violencia machista».
Por último, ha afirmado que pone a disposición de las personas agredidas «todos los recursos que fueran necesarios» y ha trasladado su adhesión a las concentraciones que se convoquen en Errenteria para rechazar estas agresiones.