El Gobierno navarro ha solicitado la colaboración de las entidades locales para la elaboración de un censo de símbolos franquistas, como paso previo a su retirada, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.

Tal y como ha apuntado la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales y portavoz del Gobierno, Ana Ollo, el objetivo es «la democratización del espacio público». Por ello, desean retirar la simbología franquista de las calles y plazas »y también eliminar del espacio público cualquier símbolo de exaltación de la violencia». Para esto último, Ollo ha solicitado «la máxima implicación y colaboración» de las entidades locales.

Al respecto, el presidente de la Federación Navarra de Municipios y Concejos (FNMC) y alcalde de Lodosa, Pablo Azcona, ha comentado que entiende que «la paz y la convivencia es un bien común que todos debemos favorecer».

Tras recordar que se trata de un mandato parlamentario, Azcona ha apostado por que las entidades locales «sean un agente activo en aras de la recuperación de la memoria y la reconciliación» y ha subrayado la importancia de que las futuras generaciones puedan conocer el pasado «para que no se repita en el futuro» y para que «puedan vivir en paz y convivencia».

El programa del Gobierno tiene como uno de sus primeros objetivos, ha explicado el director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, Álvaro Baraibar, la elaboración de un censo de símbolos, leyendas, menciones y nombres de calles relacionadas con personas o hechos vinculados al franquismo, para obtener, a ser posible antes del verano.

El censo será analizado en el seno de una comisión de carácter «netamente técnico» antes de abordar una solución que el Gobierno se ha planteado poder culminar en el plazo «más corto posible» aunque Baraibar ha advertido de que la retirada total de la simbología «llevará tiempo».