Mikel ZUBIMENDI
DONOSTIA

El sistema antimisiles de EEUU en Rumanía, «amenaza» para Moscú

La inauguración de una base operativa en Rumanía que se integrará en el sistema antimisiles de EEUU en Europa ha encendido los ánimos en Rusia. A Moscú no le convencen los argumentos de su carácter defensivo y lo considera una amenaza directa ante la cual ya está mostrando las cartas de su contraestrategia.

El sistema antimisiles de EEUU en Rumanía ya está oficialmente inaugurado y es operativo. Instalado en las estepas de Oltenia, una de las zonas más pobres de Rumanía, cercana a la frontera con Serbia, con un coste de casi 1.000 millones de dólares, según el relato oficial de sus impulsores, el nuevo sistema reforzará las capacidades defensivas de la OTAN y hará frente a las amenazas que vienen de fuera del espacio euroatlántico.

No obstante, las autoridades rusas declararon este complejo, que estará coordinado con otro que se construye en Polonia, como una «amenaza» a sus capacidades estratégicas. Como Vladimir Putin ha dicho en multi- tud de ocasiones, en Moscú se preguntan «si no está dirigido contra Rusia, entonces ¿contra quién?». Y es que los argumentos de que este sistema no compromete la seguridad rusa, que es puramente defensivo y que no puede usarse en operaciones ofensivas no convencen a Rusia.

Según la doctrina militar rusa, si bien su arsenal nuclear estratégico no parece estar comprometido, la base antimisiles de EEUU en Rumanía podría ser un factor decisivo en conflictos de escala media. Su naturaleza defensiva no convence tampoco, puesto que los radares de largo alcance integrados en el sistema tienen capacidad de espiar los ensayos de misiles de Rusia y a los aviones en su espacio aéreo. Además, las lanzaderas del sistema son iguales que las utilizados para disparar los misiles de crucero Tomahawk, algo que podía hacer «reconvertir» Deveselu en una base de misiles de crucero de EEUU con capacidad de golpear el territorio ruso.

Símbolo político como arma

El sistema de defensa antimisiles de Europa es más un símbolo político que sirve como arma que un sistema con un objetivo militar claro. Al estar diseñado para bloquear unos pocos misiles lanzados contra un área concreta, sería inefectivo ante una Rusia capaz de golpear con armas nucleares tras haber saturado el sistema con un número no muy alto de sus misiles convencionales de corto alcance.

Sin duda, esa «amenaza» es muy improbable y existen muchas ciudades «candidatas» a un ataque nuclear mucho más claras que las europeas.

Además, las armas nucleares definitivamente no viven en los silos, sino en las mentes de la gente que sabe construirlas y utilizarlas como arma política.

 

Rusia responde con el arma supersónica U-71

Ironías de la vida, el mismo día en que la base antimisiles de EEUU de Deveselu, Rumanía, entraba en fase operativa, el diario moscovita “Pravda” abría las noticias en su web de lengua inglesa con la joya de la corona de las nuevas armas rusas: el vehículo hipersónico volador U-71.

Se trataría de un arma desarrollada para operar a diez veces la velocidad del sonido, que lleva cabezas nucleares y es capaz de evadir cualquier sistema de defensa antimisiles de EEUU. Esta nueva arma rusa, que se encuentra en su última fase de pruebas y será operativa en tres años, dejaría en ridículo todo intento de golpear preventivamente a Rusia o a China, que también está desarrollando su propia versión del arma supersónica, con el objetivo de anular sus capacidades de respuesta nuclear.

Según analistas de Inteligencia de EEUU como Mike Billington, Rusia seguiría yendo un paso por delante y manteniendo su ventaja estratégica al hacer imposible su derrota militar. Dispondría también de una gran carta bajo la manga de cara a unas nuevas negociaciones sobre el control de armas que consideran inevitables. De lo contrario, señalan, la carrera armamentística en curso hará más plausible la posibilidad de una guerra nuclear.M.Z.