Natxo Matxin

El 4-1-4-1 del último ensayo rojillo reubica a Oier en el medio campo

El técnico rojillo, Enrique Martín, sigue jugando al despiste y probando todo tipo de alternativas de cara al partido de este domingo contra el Numancia. En la sesión matinal de hoy ha vuelto a ensayar con una variante distinta, en este caso un 4-1-4-1, en el que Oier dejaría de estar en el lateral derecho y pasaría a forma parte de la medular.

Oier, en el partido contra la Ponferradina. (Jagoba MANTEROLA/ARGAZKI PRESS)
Oier, en el partido contra la Ponferradina. (Jagoba MANTEROLA/ARGAZKI PRESS)

El once con el que ha experimentado el preparador de Campanas estaría integrado por Nauzet en la portería, Tano, Miguel Flaño, Unai García y Javier Flaño formarían la zaga, Merino haría las veces de ancla, Oier  y Roberto Torres se desenvolverían por delante de él, Berenguer y Olavide ocuparían las bandas, y Nino estaría en punta.

Queda el entrenamiento de mañana, por lo que es posible que el míster osasunista todavía le dé alguna vuelta al posible equipo inicial que alinearía frente a los sorianos, máxime porque David García se considera alta médica –ya no tiene dolor en el músculo afectado-, de ahí que no haya que descartar que se pueda volver a un equipo con una línea defensiva formada por cinco futbolistas.

En todo caso, Oier quiso restar importancia al dibujo táctico que se vaya a emplear «porque hemos ganado y perdido con cinco atrás y también lo hemos hecho cuando se ha jugado con cuatro». El lizartarra ha preferido darle más valor a salir al terreno de juego «atrevidos e intensos», con un cierto «punto de frescura y alegría», dado que el vestuario quiere contraponer con una victoria ante el Numancia el regusto amargo que se ha quedado entre los aficionados tras los dos últimos empates.

«Me gusta que nuestra gente sea crítica, porque eso significa que nos ven capaces de hacer mejor las cosas, pero también es cierto que nos encontramos en una situación privilegiada y que nos vamos a matar por conseguir el objetivo», ha ampliado Oier, quien ha explicado las últimas decepciones en que «pesa la responsabilidad, seguramente tampoco hemos estado muy ordenados sobre el campo para cortar líneas de pase del rival y hay días en los que, aunque lo intentas, no estás acertado con el balón».