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BRUSELAS

La UE y Turquía abren un nuevo capítulo en las negociaciones de adhesión

La Unión Europea (UE) y Turquía han abierto un nuevo capítulo en las negociaciones de adhesión, el relativo a las provisiones financieras y presupuestarias, un paso que han acordado todos los Estados miembros del bloque comunitario. Ankara insiste en que no modificará su legislación «antiterrorista», como le pide Bruselas.

Mevlüt Çavusoglu, jefe de la diplomacia turca. (Adem ALTAN/AFP)
Mevlüt Çavusoglu, jefe de la diplomacia turca. (Adem ALTAN/AFP)

El ministro neerlandés de Asuntos Exteriores, Bert Koenders, ha explicado en una rueda de prensa tras la duodécima conferencia intergubernamental de adhesión entre la UE y Turquía que se trata del capítulo 32 y se trata de la apertura del décimo sexto capítulo.

«Hemos abierto este capítulo. Hemos subrayado la importancia de las relaciones entre la UE y Turquía», ha señalado Koenders, quien ha recordado que ambas partes cooperan ya en temas como la migración, la seguridad, la energía, la economía y el comercio.

La apertura del capítulo financiero y presupuestario se produce después de que la UE y Turquía reafirmaran su compromiso de «revitalizar» el proceso de adhesión, la última vez cuando las dos partes cerraron en marzo el acuerdo para frenar el flujo migratorio, cuando decidieron adelantar a junio la liberalización de visados y acelerar el proceso de adhesión a la Unión

Reformas

«Subrayamos la necesidad de que haya esfuerzos rápidos de reformas, sobre todo en el área del Estado de derecho y derechos fundamentales», ha recalcado el titular neerlandés en representación de la Presidencia de turno del Consejo de la UE, quien también ha apuntado al respeto a la libertad de expresión.

De momento, un capítulo ha sido provisionalmente cerrado y la apertura de más capítulos «es una responsabilidad común» y «depende también de los esfuerzos de Turquía», ha indicado.

El capítulo 33 es uno muy técnico relacionado con el cálculo correcto y la transferencia de la contribución de Turquía al presupuesto de la UE a partir del día de su adhesión.

El comisario europeo de Política de Vecindad y Negociaciones para la Ampliación, Johannes Hahn, ha señalado que ambas partes pueden «lograr más progreso en este proceso de adhesión al avanzar el trabajo para abrir más capítulos, incluido el relacionado con el Estado de derecho».

La Comisión Europea (CE) está preparando la apertura de cinco nuevos capítulos en el marco de las negociaciones con Turquía.

El ritmo de progreso depende también de los avances que haga Turquía bajo los criterios políticos en general y el Estado de derecho y los derechos fundamentales en particular, ha recalcado Hahn.

«Esperamos que el nuevo Gobierno turco desee impulsar una serie de reformas integrales, especialmente acerca de la independencia judicial y la libertad de expresión y de medios», ha dicho.

Sobre esta base, ha agregado, «estoy convencido de que podremos hacer muy buen progreso más allá de 2016».

En cuanto a la liberalización de visados, Ankara debe realizar mejoras en materia de lucha contra la corrupción, de cooperación judicial penal con la UE, con Europol, de protección de datos personales y la citada modificación de su Ley Antiterrorista.

«Ley antiterrorista»

El ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, ha asegurado que su país «es favorable» a la libertad de expresión, pero ha mencionado la necesidad de tomar medidas específicas en la «lucha antiterrorista».

En ese contexto, dijo que, al igual que en la capital europea no se autorizan símbolos del Estado Islámico, se debería actuar así también con el PKK, una organización que, a su juicio, «debería ser considerado de igual manera que el EI».

El titular turco para Asuntos Europeos, Omer Celik, se ha referido por su parte a la función que llevan a cabo las fuerzas de seguridad turcas en las fronteras, y ha asegurado que «al otro lado no hay ninguna autoridad» y que su labor es la de «proteger la democracia».

También ha justificado la legislación «antiterrorista» turca y ha opinado que no se deben tomar medidas «que minarían la lucha contra el terrorismo».