Su primera crítica se centra en la gestión de los Presupuestos y se queja de la «imposibilidad  incluso de participar en el debate de los mismos. Las organizaciones y entidades sociales y sindicales no representadas en el Parlamento no hemos tenido la posibilidad de participar en el proceso de elaboración de estos presupuestos (la única participación se limita al CES dejándonos sin margen detiempo)».

La central sindical considera que «hay un primer dato que no deja en buena situación a estos Presupuestos, ya que el incremento de los mismos es menor que el de la economía (ha pasado de suponer el 20,7% del PIB en 2016 al 20,3% en 2017). Es decir, el peso del gasto público es menor en relación a la economía».

ELA cree que se trata de unos Presupuestos que quedan «lejos de cubrir las necesidades sociales de la ciudadanía navarra y de revertir los recortes, ya que el gasto medio en salud y educación está muy por debajo de la media de la Unión Europea». En su opinión, Nafarroa «debería gastar 917,5 millones de euros en Salud y 329,1 millones de euros más en Educación sólo para llegar al gasto medio de la Unión Europea. Es necesario llamar la atención en algunas partidas como la de Educación, donde lo que se destinará este año está 33 millones por debajo de lo que se destinaba en 2010».

EL sindicato considera que la solución pasa «por abordar dos cuestiones principales; el lastre de la deuda y una reforma fiscal para aumentar la recaudación». La deuda viva de Nafarroa «ha aumentado un 335,8% desde 2008, hasta los 3.783,9 millones de euros a mediados de 2016. En 2017 entre el pago de la deuda y el peaje en la sombra se destinarán 473 millones (un 11% del presupuesto). Es necesario afrontar la problemática de la deuda desde la perspectiva de la auditoría ciudadana de la deuda. Resulta cada vez más urgente la reflexión sobre la legitimidad de la deuda, así como sobre su devolución».

Asimismo, considera que el Gobierno de Nafarroa y los partidos que lo sustentan «han renunciado a cambiar una fiscalidad diseñada por y para los intereses de las rentas altas y las empresas. Con la insuficiente reforma fiscal que se aprobó el año anterior (prevé recaudar 44,2 millones de euros más en 2016, cuando el diferencial con la media europea es de 1.800 millones de euros), parece que ya se da por cumplido el Acuerdo Programático». Por ese motivo, concluye que «no habrá cambio social si no se cambia una fiscalidad injusta e insuficiente para abordarlo».

Por último, el sindicato recuerda que «la responsabilidad política de aprobar unos Presupuestos que no avanzan lo suficiente por el camino del cambio social, y que continúan manteniendo privilegios para determinadas organizaciones patronales y sindicales no sólo recae sobre el Gobierno de Navarra, también sobre los cuatro partidos que lo sustentan».

En este sentido, ELA observa «con preocupación que el consenso se constituya en el principal objetivo del cuatripartito haciendo desaparecer de facto, las indispensables referencias criticas para la construcción del cambio».