Confebask había citado a ELA, LAB, CCOO y UGT a una reunión en la sede del CRL con la intención de buscar un acuerdo de estructura que establezca «la prioridad aplicativa» de los convenios sectoriales firmados en Bizkaia, Gipuzkoa y Araba frente a los estatales.

Tras ese convocatoria, Garen, que no había sido convocada, anunció su intención de ir a la reunión y ha acudido su secretario general, Juan Ramón Apezetxea, que ha defendido que tenían derecho a tomar parte y argumentaba que Confebask tampoco «ha acreditado su representación».

Las primeras horas de la reunión se han centrado en este debate sobre la acreditación de la representación de las patronales, que ha sido solicitada a Garen y Confebask.

En el encuentro, según ha explicado el responsable de Garen, ninguna de las dos han acreditado «su representación numérica de, al menos, un 15%», pero la pertenencia de Confebask a la CEOE, de acuerdo a lo establecido en la Disposición Adicional Sexta del Estatuto de los Trabajadores, le otorga «legitimidad plena» para participar en la mesa.

Por ello, finalmente se ha constituido la mesa con Confebask, ELA, LAB, CCOO y UGT, mientras que Garen ha quedado fuera pero podrá incorporarse si acredita su representación. Apezetxea ha afirmado que la mesa se había constituido legalmente y no acudirán finalmente a los tribunales, como habían anunciado previamente, porque han podido participar en la reunión previa a la constitución de la mesa. No obstante, ha reconocido que no saben cuándo podrán acreditar su representación y si llegarán a tiempo porque cree que el acuerdo se firmará «en poco tiempo».

Tras este debate, se ha constituido la mesa negociadora, donde se ha establecido un calendario de trabajo. La próxima reunión no se celebrará hasta el 10 de enero y en el encuentro de este miércoles Confebask ha presentado una propuesta, a la que los sindicatos deberán presentar sus aportaciones antes del 16 de diciembre.

Propuesta

El documento plantea un acuerdo de estructura para dar prevalencia a los convenios de la CAV –los vigentes, los ultraactivos y los decaídos– frente a los de ámbito superior, como los estatales, y propone un pacto con una vigencia indefinida. En la propuesta se incluye la constitución de una comisión paritaria para realizar el seguimiento del acuerdo.

Al término de la reunión, el director del Departamento Jurídico Laboral de Confebask, Jon Bilbao, ha asegurado que el encuentro ha ido «razonablemente bien». Según ha explicado, han abordado un «problema» que es el de la estructura de la negociación colectiva «en términos más razonables y más coincidentes».

Bilbao ha asegurado que la impresión «no es mala» y se ha mostrado optimista, por lo que confía en que se pueda alcanzar finalmente un acuerdo. El responsable de la patronal ha afirmado que este acuerdo pretende que los acuerdos que sean capaces de pactar queden «protegidos», pero, si no se llegan a acuerdos, «no hay nada que proteger».

En un comunicado posterior, la patronal ha afirmado que, tras la reunión, mantienen «intacta» su apuesta por llegar a un acuerdo y que su objetivo es «dotar a las empresas vascas de marcos de referencia que salvaguarden los respectivos y concretos ámbitos de negociación». «La constitución de esa mesa es un ejemplo más de intento por evitar que el vacío consecuencia del bloqueo de la negociación colectiva resulte lesivo para los intereses de las empresas vascas», ha añadido.

Sindicatos

Por su parte, el responsable de Negociación Colectiva de ELA, Joseba Villareal, ha destacado que el documento de Confebask «no recoge ni exige la necesidad de paz social», por lo tanto, a su juicio, es un «cambio de posición» de la patronal.

Villareal ha manifestado que el texto cumple dos de las «condiciones» que planteaba ELA, por una parte, que «no existiera la obligación de la paz social» y, por otro lado, que sea un documento «en el que prevalezcan los convenios de aquí sobre los de Madrid».

Preguntado por la necesidad de reactivar la negociación colectiva para que el acuerdo interprofesional tenga efectos prácticos, ha asegurado que un pacto de este tipo «en sí mismo no tiene nada que ver con la negociación colectiva sectorial», para añadir que simplemente «asegura que esa negociación prevalezca sobre la del Estado».

«Lo que nosotros decimos es que cada convenio tiene su ritmo y los contenidos en cada uno de ellos se tienen que trabajar, negociar y pelear en cada uno de los sectores. Este acuerdo en sí mismo no va a salvar la negociación colectiva sectorial, que está bloqueada», ha añadido.

A su juicio, es Confebask la que bloquea la negociación sectorial y «en muchas empresas» porque «no quiere llegar a contenidos de avance, no quiere introducir límites a las reformas laborales».

El responsable de la Federación de Servicios Privados de LAB, Xabier Ugartemendia, ha destacado que hayan sido capaces de constituir la mesa y se ha mostrado a favor de que se logre un acuerdo interprofesional de estructural.

En su opinión, ese acuerdo debería incluir cuatro puntos, el primero de ellos, blindar los convenios vascos de las «injerencias del ámbito estatal». Asimismo, cree que hay que hablar de la situación de los convenios que, por el «bloqueo» de la negociación «provocada por la patronal» y la pérdida de la ultraactividad han sido «invadidos por los convenios estatales», además de abordar el «desbloqueo» de la negociación y ver cómo deberían quedar los convenios que pierden la ultraactividad.

«Si no conseguimos un desbloqueo, tendremos un acuerdo que, al final, no está blindando absolutamente nada», ha añadido.

Por su parte, la responsable de Acción Sindical y Negociación Colectiva de CCOO, Mari Cruz Vicente, ha destacado que es una «noticia positiva en sí misma» que la mesa se haya constituido y advierte «voluntad» de acuerdo.

Por último, la responsable de Política Sindical e Institucional de UGT, Maribel Ballesteros, ha mostrado su satisfacción por el desarrollo de la reunión y cree que «puede ser un paso importante» en la recuperación de las relaciones laborales en el ámbito de la CAV, que llevan «deterioradas mucho tiempo» y también para «relanzar» la negociación colectiva que está «bloqueada».