«Lo he hecho lo mejor que he podido para formar un Gobierno en el menor tiempo posible para adecuarme a las exigencias presentadas por el Presidente de la República», ha anunciado Gentiloni tras su reunión de casi hora y media con Mattarella en el Palacio del Quirinal, sede de la jefatura de Estado.

Se trata de un Gobierno sin muchos cambios respecto al ejecutivo anterior del dimitido Matteo Renzi y repiten varios nombres, entre ellos los ministros de Economía, Pier Carlo Padoan; de Infraestructuras y Transportes, Graziano Delrio; de Defensa, Roberta Pinotti; de Cultura, Dario Francheschini; o de Salud, Beatrice Lorenzin.

Asimismo, Gentiloni ha designado a la anterior ministra de las reformas y principal artífice junto a Matteo Renzi de la propuesta de reforma constitucional, Maria Elena Boschi, nueva secretaria de Estado de la Presidencia del Consejo de Ministros y al ex ministro del Interior, Angelino Alfano, nuevo responsable de Exteriores.

Gentiloni ha afirmado que el nuevo Gobierno, «como se deduce de su estructura, proseguirá en la línea de innovación que ya llevó a cabo Renzi». Según ha confirmado, la aceleración en la creación de un nuevo ejecutivo responde a la necesidad de viajar con los deberes hechos a Bruselas.

«La confianza que pediremos a las cámaras mañana y pasado mañana permitirá a Italia presentarse con un título de pleno Gobierno ente el Consejo Europeo previsto para el jueves», ha agregado en este sentido Gentiloni.

Los ministros han tomado posesión de sus cargos este lunes por la tarde, durante una ceremonia en la sede de la Presidencia en la que también se han hecho la tradicional foto de familia.

Confianza

Debido a la composición del Parlamento, está previsto que Gentiloni no encuentre obstáculos y supere con facilidad la moción de confianza en las dos cámaras parlamentarias. Sin embargo, de los apoyos con los que contaba el Gobierno de Renzi –la mayoría del Partido Democrático, Nuevo Centro Derecha y Alianza Liberal Popular de las Autonomías– no todos parecen sumarse de nuevo.

El líder de este último partido, que constituyó la formación tras haberse escindido del Forza Italia de Silvio Berlusconi y cuenta con 18 senadores, ha anunciado que no dará su voto de confianza al Gobierno de Gentiloni.

La pregunta que continúa en el aire es si el Gobierno apenas formado será interrumpido para convocar elecciones tras aprobar la ley electoral o agotará el tiempo natural de la legislatura, cuyo fin está previsto para febrero de 2018.