Los rojiblancos han salido al terreno de juego (de hierba artificial) con la intención de hacerse con la pelota. Un buen presagio para un club que tenía una buena ocasión de reconducción una marcha dubitativa. Sin embargo, ha sido solo un espejismo, ya que los locales han sido mejores durante la mayor parte del encuentro.

En los primeros 45 minutos solo Kepa, titular también en Copa, ha evitado que el Formentera se colocase por delante en el marcador. El balance ofensivo del Athletic, por contra, ha sido nulo.

A la vuelta de los vestuarios el esquema no ha cambiado. El gol local ha llegado en el minuto 60, en una jugada que ha reflejado a la perfección lo que estaba sucediendo sobre el césped. Un balón suelto en el área tras una falta lateral ha acabado en los pies de un jugador del equipo local, que jugaba con mucha más intensidad, y ha puesto a los suyos por delante.

En ese mismo instante, Ziganda ha movido el banquillo y ha dado entrada a Raúl García, sentando en la caseta a un inédito Kike Sola. El de Zizur ha cumplido y ha empatado el partido en el primer balón que ha tocado con un buen remate de cabeza a un centro llegado desde la izquierda.

Tras arreglar en tres minutos el desaguisado, los jugadores del Athletic parecen haberse conformado con el empate y no han ofrecido nada más. Los locales lo han intentado, pero tampoco han tenido grandes ocasiones, dejando todo para el partido de vuelta, que se disputara en Bilbo el próximo 29 de noviembre.