Joseba ITURRIA

La última semana va a depender de la estrategia de los líderes del Sky

El Tour entra en Pirineos con tres etapas de alta montaña en cuatro días y una crono durísima en Euskal Herria para decidir el vencedor, salvo sorpresa, entre los tres más fuertes de la carrera, Geraint Thomas, Chris Froome y Tom Dumoulin. Todo dependerá de la actitud de los Sky.

El Sky trasmitía ayer un tweet con una frase de Froome como resumen de la multitudinaria rueda de prensa de sus dos líderes en Carcassonne: «Mucha gente está construyendo esta rivalidad entre nosotros, que estamos luchando dentro del equipo. Simplemente no existe». Desde que Thomas cogió el amarillo con sus victorias en los dos finales en alto en las que demostró ser el más fuerte solo se habla de los problemas que pueden surgir entre ellos, que niegan, pero lo más difícil de determinar es qué van a hacer en los momentos decisivos de la carrera.

Un equipo normal con la situación actual, con Thomas como líder con 1:39 sobre Froome y 1:50 a un gran especialista en la crono como Tom Dumoulin, defendería las opciones de los dos corredores sin ataques entre ellos y, de apostar por uno, lo haría por el líder, el más fuerte hasta ahora. Pero en Alpe d’Huez quedó claro que la estrategia del Sky era intentar ganar con Froome y que el inglés distanciara a Dumoulin y para ello Thomas llegó a trabajar para preparar su ataque, aunque fuera muy poco, en la subida final.

Chris Froome trasmitía ayer que «hay muchas discusiones sobre atacar o no. Estamos en una posición genial, primero y segundo de la general, y no nos corresponde a nosotros atacar. Son todos los demás los que deben ganar tiempo». Si el Sky decide correr a la defensiva y responder a los ataques de los demás, también habrá que ver cuál es el rol de Thomas y Froome. Lo normal sería que cuando acabe el trabajo de Bernal y entren en juego los líderes sea el inglés el que responda a los ataques de los demás y Thomas se limite a seguir la rueda de Dumoulin.

La etapa de hoy con diez kilómetros de descenso desde el alto del Portillon hasta la meta plantea un escenario diferente porque se pueden prever ataques en el descenso y ahí tienen que responder individualmente. Tampoco está clara la estrategia mañana en la etapa de 65 kilómetros porque ni tan siquiera se ha concretado cómo va a ser la salida de los corredores. Se habla de que van a salir antes los veinte primeros de la general, sin concretarse la distancia de tiempo ni las demás parrillas. Movistar tiene a sus tres líderes en el Top 20, Bernal ahora es el 22º por las escapadas de los últimos días, aunque se espera que hoy pueda recuperar posiciones, y el siguiente en la general, Kwiatkowski, es el 67º. Se empieza con la subida al Peyresourde, no hay terreno de llano entre su bajada y la subida a Azet-Val de Louron ni entre el descenso de este y el inicio de Saint Lary-col de Portet, una subida durísima de 16 kilómetros al 8,7% de media. Es una etapa diferente y eso puede obligar a tomar decisiones difíciles entre los directores de Sky.

Froome señalaba ayer que «mientras haya un corredor del Sky en lo más alto del podio de París, yo estaré contento». Se le preguntó si eso incluye sacrificar sus opciones del quinto Tour para ayudar a Thomas y respondió que sí. El galés, por su parte, recordó que «somos buenos compañeros. Hace muchos años (desde el Barloworld en 2009) que estamos en el mismo equipo. Vivimos a menudo juntos en los mismos hoteles. Somos buenos amigos», aunque luego matizó, «al menos por el momento».

En esta situación el director Nicolas Portal planteaba una metáfora: «Si tienes dos hijos que son muy buenos estudiantes y solo puedes acceder a una beca es injusto que un padre dé privilegios a uno de los dos».

 

Brailsford critica al público francés y bardet ve en juego el ciclismo

Al margen del bendito problema que para Sky representa tener a los dos primeros de la general, debe digerir el que representa la hostilidad del público hacia el equipo y hacia los dos líderes. Lejos de apagarlo, el mánager del Sky, Dave Brailsford, echó más gasolina al fuego al criticar al público francés: «Si no desean equipos internacionales deben hacer un Tour solo con equipos franceses. El proceso antidopaje contra Froome estaba abierto mientras corría el Giro y allí los aficionados fueron fantásticos. Es una cosa de la cultura francesa y en Pirineos no soy muy optimista».

Romain Bardet, principal corredor francés, dijo que «está en juego el futuro de este deporte. Los incidentes son pésimos para la imagen del Tour, y tienen un efecto llamada. Si estos comportamientos se multiplican ponen en peligro la seguridad de los corredores y el atractivo del Tour, que es una gran fiesta popular».J.I.