La ventana de noviembre de World Rugby vuelve a detenerse en Donostia, con el objetivo de repetir la exitosa experiencia de hace dos años. No será sencillo, por aquello de que entonces tenía el atractivo de lo novedoso y de que el rugby no deja de ser un deporte minoritario al sur del Bidasoa.
Estados Unidos y Samoa se verán las caras, a diez meses de la cita mundialista de Japón. Los norteamericanos, que ocupan el puesto 15 en el ranking, estarán encuadrados en el durísimo grupo B junto a Inglaterra, Tonga, Francia y Argentina. Samoa, actualmente un puesto más abajo, tendrán como rivales a Japón, Irlanda, Escocia y Rusia.
Ambas selecciones llevan toda la semana entrenado en Donostia u otros campos de los alredores como Zarautz. Ya se vieron las caras hace tres años en el Mundial de Inglaterra, con victoria de los oceánicos 25-16.
Los estadounidenses seguirán con su gira europea en las próximas semanas, ya que el día 17 visitarán a Rumanía en Bucarest y cerrarán el 24 frente a un rival de campanillas como Irlanda en Dublín. Por su parte, Samoa marchará primero a Tbilisi para jugar contra la rocosa Georgia y después se desplazará a Madrid para enfrentarse a España.
Los seleccionadores y capitanes de ambos combinados comparecieron conjuntamente este jueves y coincidieron en destacar la importancia del choque en su camino hacia Japón 2019.