Osasuna veía el cielo y ya lo toca. La victoria ante el Albacete, 14ª consecutiva en El Sadar, le permite alcanzar los 73 puntos y aventajar ya en nueve puntos al equipo manchego. Como reconocía Jagoba Arrasate a la conclusión del encuentro, «seguramente sólo nos quede quitar una hoja al calendario. Es como estar a cinco de julio». Es decir, una victoria más –al margen de los tres puntos frente al Reus– y los rojillos estarán en Primera.

Estadísticas del partido

No han sido los puntos el único motivo de alegría. También la superioridad con la que se ha impuesto Osasuna –por mucho que no haya podido resolver hasta la última media hora, cuando han visto la roja Dani Torres y posteriormente Zozulia– al rival que más cerca tenía en la clasificación. Un Albacete que llegaba a Iruñea habiendo perdido sólo cinco encuentros en toda la temporada pero que hoy se ha hecho pequeñito. O más bien al que los navarros han hecho pequeñito, gracias a un inmaculado ejercicio de intensidad, ambición y juego.

El primer tiempo ha sido notable, con un Osasuna que hacía lo que quería frente a un rival tan incapaz de frenar a los rojillos como de acercarse a Rubén, que ha acabado el partido inédito. Tomeu Nadal, por el contrario, ha sido el mejor de su equipo en un primer tiempo en el que las ocasiones se han sucedido en el área manchega. Incluyendo un gol anulado a David García por falta al portero y un penalti por mano de Bela en un lanzamiento de falta que el árbitro no ha visto. Pero ha faltado acierto o ha sobrado portero. En cualquier caso, el partido ha llegado al descanso sin movimiento en el marcador.

Al Albacete le ha sentado bien el paso por vestuarios. Ni siquiera ha llegado a equilibrar el partido pero al menos no sufría de forma constante e incluso se ha asomado a la parcela rojilla en un par de ocasiones. Cualquier ilusión que pudiera haberse hecho se le ha acabado mediada la segunda parte. En el minuto 65 Dani Torres ha visto la segunda amarilla y sólo cuatro después, Unai García ha marcado el 1-0 en un saque de esquina.

Si ya es difícil lastimar a los navarros en su estadio con las cartas recién repartidas, qué decir cuando tienen ventaja en el marcador y sobre el césped. Osasuna no se ha conformado, ha buscado el segundo y lo ha encontrado a doce del final. Zozulia ha sacado con la mano sobre la línea un chutazo de Roberto Torres. Expulsión del delantero y penalti que ha permitido al propio Torres establecer el definitivo 2-0.

De ahí al final, fiesta, vuelta al ruedo y la certeza de que una celebración aún mayor está a punto de llegar.