Oihane LARRETXEA
DONOSTIA

‘Blackbird’, hablar de la vida cuando está cerca la muerte

La enfermedad degenerativa que padece Lily, encarnada por Susan Sarandon, avanza. Le cuesta caminar y vestirse, y su mano izquierda ya no le responde. Su decisión de morir reúne a la familia durante un fin de semana en casa pero, más allá de la muerte, que también está presente, ‘Blackbird’ aborda el amor y los sentimientos que planean en la familia.

El director Roger Michell y el actor Sam Neill. (Jon URBE I FOKU)
El director Roger Michell y el actor Sam Neill. (Jon URBE I FOKU)

La película inaugural de esta 67º edición ha hecho llorar. Nunca es fácil hablar de la muerte y, en esta ocasión, tampoco. Aunque se trate de una decisión libre y meditada, incluso apoyada por el resto de la familia, el largometraje que firma Roger Michell hace sufrir porque hace pensar. ¿Cómo se prepara una para decir adiós a su madre?

Aunque todos los miembros de la familia saben que el domingo Lily dejará de vivir, ella ha pedido normalidad. Una normalidad que todos se esforzarán por mantener, pese a que esta se derrumbe por momentos. Al igual que los sentimientos. La casa en la que transcurre ese último fin de semana es como una bomba de relojería, a punto de estallar pero no, inestable a veces, robusta en ocasiones. Una unidad familiar que se refuerza y se resquebraja a partes iguales.

Lo que son las familias

En la rueda de prensa posterior a la proyección, el mismo director ha contado que se trata de un remake de ‘Silent Heart’, un drama que hace cinco años precisamente compitió por la Concha de Oro. También ha confesado que no la ha visto «por razones obvias». Tampoco lo ha hecho el actor San Neill, quien interpreta al marido. «Cada actor toma sus propias decisiones y yo no quería ver las mías alteradas. No la he visto, y aún no la veré. No tengo la valentía para ello, de momento», ha declarado.

La película agarra el tema de la eutanasia «con las dos manos», ha dicho Michell, pero ha querido apuntalar la siguiente idea: en ella se habla de los vivos y de sus sentimientos.

El matrimonio, sus dos hijas con sus respectivas parejas, el único nieto y una vieja amiga de toda la vida. La relación entre una madre y una hija acapara buena parte del protagonismo en esta amalgama que son las familias, a veces dificiles, otras veces divertidas y de las que en ocasiones «también nos podemos llegar a avergonzar», ha agregado Neill. Y también la relación entre dos hermanas que, pese a serlo, resultan dos desconocidas. La inminente muerte de su madre, en este caso, será la que abra una ventana en su relación. Es el momento de escucharse y abrirse.