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El CSIC replica a la presidenta madrileña tras decir «nadie ha muerto» por contaminación

El negacionismo o minimización del cambio climático vuelve a crear polémica, ahora en la capital española. La afirmación de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, de que «nadie ha muerto» por contaminación ha hecho salir a la palestra a la máxima institucion científica estatal, el CSIC.

Una  mujer se protege de la alta contaminación en Nueva Delhi con una mascarilla.  (Prakash SINGH/AFP)
Una mujer se protege de la alta contaminación en Nueva Delhi con una mascarilla. (Prakash SINGH/AFP)

Científicos contra políticos de nuevo con el cambio climático como campo de batalla. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se ha revuelto en un hilo de Twitter contra la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso (PP), tras haber afirmado en una entrevista esta mañana de 1 de enero en la Cadena Ser que «nadie ha muerto por contaminación» en Madrid.

Interpelada por la cuestión, Díaz Ayuso ha considerado que «no es real» la alarma de salud pública, ya que Madrid (capital gobernada también por el PP) «está haciendo las cosas correctamente» y tiende al grupo de ciudades «cada vez más verdes y limpias».

«Nadie ha muerto tampoco de esto», ha añadido en el intento de negar esta preocupación, «porque no hay alerta de salud. Madrid es una de las ciudades con la mayor longevidad del mundo, con uno de los mejores sistemas de transporte».

La frase inmediatamente ha suscitado polémica en las redes y respuestas de formaciones políticas como Podemos, pero sobre todo ha sido la comunidad científica la que ha puesto el grito en el cielo.

El CSIC, máxima instancia del Estado en este terreno, ha respondido en Twitter a la presidenta madrileña con distintos datos, reportajes y entrevistas, entre los que destaca por su réplica directa el estudio internacional elaborado sobre 622 ciudades –incluida Madrid– en el que se constataba la incidencia directa de la contaminación sobre el riesgo de mortalidad.

Analizando la evolución de datos entre 1986 y 2015, constataron un aumento en la mortandad «a corto plazo» de entre el 0,44% y 0,68%. «Los principales afectados son personas mayores o con patologías previas. Hace que mueran días, meses o años antes», asegura Aurelio Tobias, investigador del CSIC.

Los tuits del Consejo también incluyen gráficos sobre cómo afectan las partículas contaminantes a la salud y entrevistas como la de María Neira, responsable de Salud Pública de la OMS, que afirma que el aire respirado en las ciudades contaminadas puede causar infarto cerebral.