Dabid Lazkanoiturburu

Dan por frustrado un complot ultra para desatar una guerra civil en el estado clave de Michigan

Están acusados de conspirar durante meses para secuestrar a la gobernadora demócrata de Michigan, Gretchen Whitmer, feroz opositora del presidente de EEUU, Donald Trump, y «provocar una guerra civil»: 13 militantes de un grupo de extrema derecha han sido inculpados tras ser infiltrados por el FBI.

 Capitolio del estado de Michigan en Lansing. (Rey Del RÍO/AFP)
Capitolio del estado de Michigan en Lansing. (Rey Del RÍO/AFP)

Más de una docena de militantes de un grupo de extrema derecha han sido detenidos y acusados de planear el secuestro y muerte de la gobernadora de Michigan (EEUU), la demócrata Gretchen Whitmer.

Un tribunal federal de Michigan acusó a seis de ellos formalmente el jueves de conspirar para cometer el secuestro de la gobernadora y de otros funcionarios, con lo que se enfrentan a una condena de cadena perpetua.

Paralelamente, el estado de Michigan imputó delitos relacionados de «terrorismo» a otros  siete miembros de la milicia «Wolverine Watchman», una organización ultraderechista que fue infiltrada por el Buró Federal de Investigaciones (FBI).

Los miembros de la milicia habrían adquirido armas, realizado vigilancias a la gobernadora en su domicilio y se habrían entrenado para secuestrarla o matarla junto a otros miembros del gobierno estatal de Michigan antes de las elecciones del 3 de noviembre.

La fiscal general de Michigan, Dana Nessel, aseguró que los acusados tenían la intención de instigar una guerra civil.

El plan de los miembros de la milicia sería juzgar a la gobernadora, conocida por su feroz oposición a Donald Trump, por «traición» en un escondite en un lugar remoto de Wisconsin y no descartarían acabar con su vida.

Trump: «Liberad Michigan»

La gobernadora Whitmer criticó, sin nombrarlo, al presidente estadounidense por no rechazar de manera categórica la violencia de los grupos supremacistas blancos durante las protestas antirracistas que han sacudido todo el país y en los que algunas milicias han intervenido violentamente contra los manifestantes.

«Cuando nuestros líderes se reúnen, envalentonan o fraternizan con terroristas domésticos, legitiman sus acciones y son cómplices», aseguró Whitmer.

Más explícita fue la congresista demócrata Rashida Tlaib, de origen palestino, quien recordó un twist publicado por Trump el 17 de abril pasado que rezaba: «¡Liberad Michigan!», dirigido a militantes de extrema derecha que se oponían a las medidas de confinamiento y distanciamiento decididas por la gobernadora para contener el virus, y que habían ocasionado el cierre de la economía.

Preguntado si pensaba que el tweet de Trump animaba a milicias radicales como esta, el candidato presidencial demócrata Joe Biden, rival de Trump en las elecciones del 3 de noviembre, respondió afirmativamente.

«Las palabras que pronuncia son importantes», dijo el exvicepresidente, al tiempo que insistió en la amenaza que representan los supremacistas para la seguridad del país.

Un estado clave

El grupo al que pertenecían los detenidos nació este verano después de una reunión con más de una decena de personas en Ohio que tenían la intención de crear una milicia autosuficiente, según el diario local 'Detroit Free Press'.

En julio, los imputados habrían secuestrar o matar a la gobernadora en su casa de vacaciones en la isla de Mackinac, en Michigan, ya que consideraban que para tomar el Capitolio del estado, algo que entraba en sus planes, requerían mas de 200 milicianos.

Los miembros del grupo habrían intentado procurarse mapas y planos de la vivienda de vacaciones de la gobernadora para ejecutar el plan este mes de octubre.

Se da el hecho de que Michigan es uno de los estados clave para ganar las elecciones presidenciales. En 2016 Trump ganó por unos miles de votos, lo que, unido a sus ajustadas victorias en otros estados del Cinturón del Óxido, le abrió las puertas a la Casa Blanca pese a perder en votos populares frente a Hillary Clinton.

Las encuestas auguran esta vez la victoria del demócrata Joe Biden en Michigan.

La gobernadora Whitmer ha sido el objeto de críticas por parte de grupos negacionistas y milicias de ultraderecha desde que decidió imponer el cierre de la actividad comercial y las aglomeraciones en el estado como medidas de contención de la pandemia del covid-19.

Grupos de milicianos armados decidieron protestar esta primavera ante el Capitolio del estado, sede del Legislativo, contra la gobernadora y contra lo que consideraban una violación de sus derechos constitucionales.